Los rescatistas de Arturo organizaron una marcha para sacarlo de la casa de Gran Hermano (Telefe), pero finalmente desistieron debido a las amenazas recibidas de los seguidores de Furia.
El incidente que provocó esta reacción fue un video en el que Furia le da una patada a Arturo, el perro que vive en la casa de Gran Hermano desde mediados de abril. Sebastián Pampito Perello Aciar, en su programa Intrusos (América TV), informó que las rescatistas de Arturo han estado insistiendo en que el ambiente de la casa no es adecuado para el perro. Según ellas, el perro no está bien dentro de la casa y lo sucedido con Furia demuestra que no es un lugar seguro para él.
Pampito explicó que las rescatistas estaban planeando una marcha frente a las instalaciones de Telefe para exigir la salida de Arturo de la casa. Sin embargo, al recibir amenazas y agresiones verbales por parte de los fans de Furia, decidieron cancelar la marcha. Las rescatistas, asustadas por estas amenazas y no estando acostumbradas al mundo mediático, optaron por no realizar la protesta prevista para el domingo. Actualmente, están consultando con un abogado especializado en casos de maltrato animal.
El contexto que dio lugar a esta situación fue un comportamiento de Juliana «Furia» Scaglione dentro de la casa de Gran Hermano. Durante un juego con sus compañeros, Furia corrió hacia un micrófono para cantar mientras Arturo la seguía, y en ese momento, ocurrió el incidente que fue captado en video y se volvió viral en las redes sociales.
La actitud de Furia generó una fuerte reacción en las redes, con numerosos usuarios pidiendo su expulsión inmediata del programa. Comentarios como «¿Seguirá encubriéndola Santiago del Moro?», «Gran Hermano se volvió cualquier cosa si esto no es expulsión directa», y «Esto es maltrato animal, no sé cuál es el límite para que la saquen», reflejan la indignación del público. Las críticas apuntaban a la gravedad del maltrato animal y cuestionaban la tolerancia del programa hacia estas acciones.