Según datos oficiales, el poder adquisitivo de los jubilados que no reciben bonos disminuyó un 14% en el último año. En contraste, aquellos que sí reciben bonos experimentaron una reducción del 65%.
Casi la mitad de los jubilados y pensionados, quienes reciben un haber mínimo y suman a ese ingreso el bono mensual de $70.000, vieron reducido su poder adquisitivo en un 6% en mayo en comparación con seis meses atrás, según datos de la Subsecretaría de Seguridad Social.
Las prestaciones pagadas por la Anses han acumulado una pérdida de poder adquisitivo desde 2017, la cual se ha agravado en los primeros meses de este año. Esta situación se ha visto afectada por la pérdida de vigencia de la fórmula de movilidad y, desde abril, por ajustes mensuales basados en la inflación.
En 2023, la caída del poder de compra fue del 14,2% para aquellos que cobran el haber mínimo más bono, del 32,3% para los que nunca recibieron refuerzos, y del 37,4% para aquellos que percibieron un adicional durante un año y dejaron de recibirlo en septiembre del año pasado.
A pesar de esto, en los primeros cinco meses del año, los haberes aumentaron un 79,9%, mientras que la inflación fue del 71,9%. En julio se aplicará un alza del 4,2%, lo que llevará el ingreso más bajo del sistema (incluido el bono de $70.000) a aproximadamente $285.600.