El debate sobre la regulación de las plataformas de transporte volvió a poner en primer plano un dato que durante años pasó desapercibido: la cantidad real de taxis que circulan en San Miguel de Tucumán. Las estadísticas muestran un escenario sobredimensionado que afecta tanto la rentabilidad de los choferes como la organización del tránsito en la ciudad.
Según parámetros internacionales utilizados por organismos como la Comisión de Taxis y Limusinas de Nueva York, en una ciudad de gran tamaño debería existir aproximadamente un taxi por cada 300 a 400 habitantes. Esta proporción busca garantizar un equilibrio que permita ingresos sostenibles para los conductores y un servicio eficiente para los usuarios. Sin embargo, la realidad de la capital tucumana es muy distinta: aun sin considerar el impacto de las aplicaciones digitales, la presencia de taxis de municipios vecinos o los miles de autos rurales, la ciudad cuenta con cuatro veces más taxis de los recomendados por estos estándares internacionales.
Un problema histórico que se remonta a los años 90
El exceso de taxis comenzó a gestarse hace varias décadas. Tras la creación del Sistema Único de Transporte Público de Pasajeros en Automóvil (Sutrappa) en 1997, se habilitaron 7.719 licencias para una ciudad que en ese entonces tenía alrededor de 400.000 habitantes, lo que representaba siete veces la cantidad sugerida por los estándares internacionales.
Durante la gestión de Germán Alfaro, el número de taxis se redujo a 5.850, según explicó el ex subsecretario de Tránsito, Enrique Romero, gracias a la caducidad de matrículas y a la falta de renovación de varias licencias. Aun así, para 2023 la sobreoferta persistía: había un taxi cada 102 habitantes, o uno cada 170 si se considera que la Capital recibe diariamente a más de un millón de personas por motivos laborales, comerciales o administrativos.
A este exceso se sumó el crecimiento acelerado de las aplicaciones de transporte, la llegada constante de taxis desde municipios del Gran Tucumán y la circulación de unos 10.000 autos rurales habilitados por la Provincia, cuyo propósito inicial era cubrir trayectos interurbanos. Muchos de estos vehículos permanecen en el casco central a la espera de pasajeros, con paradas informales que en ocasiones reúnen hasta 50 unidades.
Estado actual del servicio
En 2024, de las 5.850 licencias vigentes, solo 4.800 taxis realizaron la Verificación Técnica Vehicular obligatoria. Para 2025, la cifra disminuyó aún más: hasta noviembre, únicamente 3.800 completaron el control anual. Aun así, según el ex subdirector de Sutrappa, Carlos Hinojosa, permanecen activos más de 5.000 taxis, aunque alrededor de 1.200 operan de manera irregular. Esto significa que, sin incluir vehículos de plataformas ni autos rurales, la ciudad mantiene un nivel de taxis que cuadruplica lo aconsejado para una ciudad de su tamaño.
Comparación con otras ciudades
El contraste con otras capitales y áreas metropolitanas evidencia la magnitud del desajuste en Tucumán:
- En el Gran Mendoza, con población superior a la del Gran Tucumán y un sistema de transporte unificado, hay 1.300 taxis habilitados: un vehículo cada 800 habitantes. Allí también operan colectivos, trolebuses, un tren urbano, plataformas digitalizadas y una extensa red de ciclovías.
- En Nueva York, circula un taxi amarillo por cada 1.000 habitantes, complementado por más de 160.000 conductores de aplicaciones.
- Londres cuenta con un taxi cada 500 habitantes.
- Buenos Aires posee 38.000 licencias, pero solo 8.000 estaban activas en 2024, lo que representa un taxi por cada 375 porteños; la cifra disminuye si se incluyen los visitantes diarios.
Hacia un servicio sustentable
Más allá de la transformación que han generado las aplicaciones de transporte, el diagnóstico en San Miguel de Tucumán es contundente: para lograr un sistema sostenible y equilibrado, la ciudad debería reducir a un cuarto la cantidad actual de taxis. No obstante, este punto crítico rara vez ingresa en la agenda pública, dejando sin resolver un problema histórico que afecta la rentabilidad del sector, la movilidad urbana y la planificación del tránsito en la capital provincial.
