César González, el secretario general de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA), ha confirmado que 60 conductores de autobuses fueron suspendidos este lunes como parte de una medida tomada por la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) en respuesta a la crisis económica que afecta al sector.
González, representante sindical, ha adelantado que el viernes, día en que se espera la visita del candidato presidencial Sergio Massa, podría llevarse a cabo una huelga de los trabajadores si no se realizan los pagos correspondientes a los salarios de agosto. «Si los compañeros no reciben sus salarios puntualmente y según lo establecido, no tenemos otra opción», afirmó González al diario La Gaceta.
La semana pasada, los directivos de Aetat anunciaron una reducción del 25% en la frecuencia de los recorridos de los autobuses. Al mismo tiempo, comunicaron la decisión de suspender al personal de manera provisional, rotativa y progresiva, según las necesidades de cobertura del servicio.
Los directivos de Aetat manifestaron que han estado sosteniendo el transporte público de pasajeros y las legítimas fuentes de empleo de más de 3,500 trabajadores del transporte y sus familias durante más de cinco años. Sin embargo, han llegado a un punto crítico debido a factores como la regulación estatal de las tarifas de los boletos, un sistema de distribución de compensaciones considerado «discriminatorio» para las empresas del interior y los crecientes costos en salarios y otros insumos, que han generado un déficit continuo en las finanzas de las empresas.
Respecto a la posible huelga, González mencionó que primero están los intereses de los trabajadores, a pesar de su apoyo a Massa. También señaló que sería imposible dictar una conciliación obligatoria en caso de una huelga, ya que los sueldos son vitales para los trabajadores y los plazos legales para el pago vencen el jueves. Por lo tanto, no se pueden aplicar medidas de conciliación obligatoria en este caso, según González, el secretario general de UTA.
