El ministro solo intentaba retroceder ante la escasa presencia policial que lo custodiaba, pero era la misma cantidad de gente la que acorralaba a Berni cada vez más contra el paredón de un puente de la avenida General Paz. A cada paso que el funcionario de Axel Kicillof daba hacia atrás, volaban botellas, piedras y hasta resto de comida.
Una vez contra la pared, la agresión solo era contenida por un par de efectivos de la Policía de la Ciudad, los medios de prensa y algunos choferes que intentaban mediar para que la agresión se detuviera. Fueron largos minutos donde Berni estuvo expuesto al ataque incontenido de los trabajadores. “Si estoy acá es porque me interesa”, repetía el ministro mientras del puente de la avenida caían cosas contra el cuerpo del funcionario.
Pese a que Berni intentaba mostrarse con calma, recibía todo tipo de insultos de parte de los colectiveros, que le gritaban en la cara que es un “mentiroso”.