Un ciudadano boliviano, que había sido expulsado de Argentina el año pasado, se encuentra actualmente detenido en la comisaría de 7 de Abril, ubicada en el departamento de Burruyacú, mientras la Justicia Federal determina su futuro.
El lunes al mediodía, durante el Operativo Lapacho, los oficiales en un control sobre la ruta nacional 34, cerca del límite con Santiago del Estero, detuvieron un autobús particular, sospechando que podría tratarse de un tour de compras. Tras revisar el vehículo y confirmar que no transportaba mercadería ilegal, los agentes procedieron a verificar la identidad de los pasajeros. Fue en esta revisión cuando descubrieron que uno de ellos, que no tenía permiso para ingresar al país, había sido deportado previamente debido a su implicación en una causa de drogas.
El individuo, que se identificó como electricista y costurero, había sido arrestado el año pasado en Jujuy por transportar casi tres kilos de cocaína en un autobús. Aunque fue detenido y se le impuso prisión preventiva por el traslado de drogas, no se le considera un importante narcotraficante, sino un «mula» en el esquema del tráfico de drogas.
Fabio Ferreyra, quien supervisa el Operativo Lapacho, confirmó que las autoridades judiciales de Jujuy ordenaron su detención en ese lugar hasta que se tome una decisión sobre su caso. Hasta la noche del martes, no se había recibido ninguna instrucción adicional, y el detenido sigue en la comisaría sin novedades significativas sobre su situación.
Un problema adicional es que el destacamento de 7 de Abril no dispone de calabozos, ya que sólo tiene espacio para el descanso de los policías, complicando así la situación del detenido.