Después de la emisión del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), Javier Milei avanzó en su plan de reforma del Estado a través de la presentación de la Ley Ómnibus ante el Congreso. Esta iniciativa fue enviada el miércoles, coincidiendo con la marcha de la Confederación General del Trabajo (CGT) frente a Tribunales en protesta por el mencionado DNU presidencial, que implica la desregulación económica y la derogación de múltiples leyes, incluyendo algunas de naturaleza laboral. Sigue en tiempo real todas las repercusiones de esta propuesta en nuestra cobertura minuto a minuto.
Dentro de los diversos aspectos abordados en su extenso proyecto de ley ómnibus, el presidente Javier Milei destaca un punto particularmente llamativo, que se asemeja a la reglamentación utilizada en los Estados Unidos para los jueces que presiden tribunales en juicios por jurados.
El artículo 52, ubicado en el capítulo VI sobre los Juicios por Jurados, establece: «El debate será dirigido por el juez que resulte designado, quien ejercerá todas las facultades de dirección, policía y disciplina del Código Procesal Penal Federal. El juez o jueza vestirá toga negra y usará un martillo para abrir y cerrar las sesiones o cuando resuelva una incidencia». Esta propuesta marca un enfoque singular en cuanto a la vestimenta y el uso de un martillo como herramienta simbólica durante las sesiones judiciales.
Este planteamiento refleja la intención de Milei de introducir cambios significativos en el sistema judicial, adoptando elementos de otros sistemas legales, como el estadounidense, y sugiere una visualización más tradicional y formal de los procedimientos judiciales en los juicios por jurados. El impacto y las posibles implicaciones de esta propuesta generarán un amplio debate en el Congreso y en la sociedad en general, siendo clave seguir de cerca su evolución y las reacciones que provoque.