El pasado sábado en la ciudad de San Miguel de Tucumán cuando Federico Quesada, un destacado deportista de 38 años dedicado al enduro, sufrió un grave accidente mientras circulaba en bicicleta por la ciclovía de la avenida América. El hecho ocurrió al llegar a la intersección con calle Venezuela, donde una falla en la infraestructura urbana terminó provocando una caída que puso en riesgo su vida y comprometió seriamente su estado de salud.
Quesada se desplazaba con normalidad por la ciclovía cuando, en un instante de distracción, la rueda delantera de su bicicleta se incrustó en una tapa de alcantarilla mal ubicada. Según relató posteriormente el propio deportista, esta tapa estaba colocada de manera indebida, lo que provocó que su bicicleta se detuviera abruptamente, haciéndolo caer violentamente al suelo. A pesar de llevar casco, las consecuencias físicas fueron significativas.
El impacto de la caída le ocasionó severas heridas en la mandíbula y la nariz. Quesada fue rápidamente asistido y trasladado al hospital Centro de Salud, donde fue intervenido quirúrgicamente. La operación fue de carácter complejo, tanto por su elevado costo como por los riesgos que implicaba, dada la zona del rostro afectada. Como resultado del accidente, el endurista perdió cinco dientes y recibió indicaciones médicas que le imponen al menos 45 días de reposo absoluto, lo que representa un freno rotundo a su actividad deportiva.
El caso ha generado repercusión no solo por el estado en el que quedó Quesada, sino también por lo que revela sobre el estado del espacio público. En declaraciones al programa Los Primeros, el deportista expresó su angustia y preocupación ante lo ocurrido. Indicó que no se trata de un hecho aislado, ya que tras contar su historia recibió numerosos mensajes de personas que también tuvieron percances similares en el mismo sector de la ciclovía, lo que sugiere una falla estructural recurrente que pone en peligro a los usuarios de ese espacio.
Además del costo emocional y físico que implica su recuperación, Quesada se enfrenta a la incertidumbre respecto al futuro de su carrera deportiva, ya que no solo deberá atravesar un proceso de reconstrucción dental, sino también evaluar si puede volver a competir con normalidad una vez finalizado su tratamiento.
Por el momento, el deportista no ha iniciado acciones legales contra el municipio de San Miguel de Tucumán, aunque no descarta hacerlo en el futuro. Su principal preocupación, según afirmó, es que se tomen medidas concretas para evitar que otras personas sufran accidentes similares. Quesada hizo un llamado a las autoridades para que revisen la infraestructura vial, en especial las tapas de alcantarilla que, si no están debidamente instaladas, pueden representar un verdadero riesgo para la integridad de ciclistas y peatones.
El caso reabrió el debate sobre el mantenimiento del espacio público y la responsabilidad del Estado en garantizar condiciones seguras para quienes utilizan medios de transporte alternativos, como la bicicleta, en un contexto donde cada vez más personas eligen este modo de movilidad.
