La revelación de que más de cinco mil toneladas de alimentos estaban almacenadas en uno de los galpones de Capital Humano desató un clima de rumores, incomodidad e incertidumbre. Finalmente, la denuncia del secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Pablo De la Torre, puso fin a la especulación.
El manejo de las políticas alimentarias fue el principal motivo detrás de esta crisis, aunque no el único. La cartera liderada por la ministra Sandra Pettovello impulsó un cambio en el esquema de asistencia que detuvo el reparto de mercadería en los comedores comunitarios, basándose en irregularidades detectadas durante la gestión anterior.
Este cambio generó movilizaciones en su contra por parte de organizaciones sociales y desconcierto en la secretaría de De la Torre. Este último, en desacuerdo con la nueva política alimentaria, se alejó de sus funciones antes de ser designado.
Las diferencias entre la ministra Pettovello y De la Torre, hermano del exintendente de San Miguel Joaquín de la Torre, se intensificaron. La ministra se mantuvo firme en su política contra la «intermediación», mientras que De la Torre defendía la distribución de alimentos. Esta discrepancia reflejó la falta de control del tablero por parte de De la Torre, según fuentes cercanas a él.
La información sobre los alimentos almacenados, revelada por El Destape, llevó la firma de Héctor Calvente, un cercano a De la Torre. Esta situación avivó la controversia y la presión sobre el Gobierno para que presente un plan de distribución en 72 horas, según una orden judicial.
Además de la crisis alimentaria, se reveló que muchos funcionarios de la cartera son contratados a través de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) debido a demoras en las designaciones oficiales. Esta situación provocó un sumario administrativo y señales de incertidumbre dentro de la secretaría de De la Torre.
En medio de este contexto, la Iglesia y otros sectores se expresaron a favor de reactivar el reparto de alimentos para atender las necesidades de la población más vulnerable. La situación interna en la cartera de Pettovello es tensa, y se menciona que cualquiera podría ser considerado un «fusible» en este momento de crisis.
