Durante la jornada de este martes, comenzaron a circular las primeras imágenes del exgobernador de Tucumán, José Alperovich, quien se encuentra cumpliendo prisión domiciliaria en su departamento ubicado en el exclusivo barrio porteño de Puerto Madero. En los registros difundidos, se lo observa saliendo al balcón del lujoso inmueble mientras fuma un cigarrillo, una escena que generó fuerte polémica considerando su estado judicial y de salud.
Cabe recordar que en 2023, Alperovich fue hallado culpable de violación y abuso sexual reiterado contra su sobrina —quien también se desempeñaba como su asistente—, y por estos hechos fue condenado a 16 años de cárcel. La víctima había denunciado que varias de las agresiones ocurrieron en ese mismo departamento, ubicado en uno de los pisos altos de la Torre Zafiro, dentro del complejo Zen City.
En medio de este contexto, también se conoció recientemente que Marianela Mirra, exganadora de un reality y figura mediática, retomó su relación sentimental con Alperovich. Según trascendió, ambos habían atravesado un distanciamiento motivado por tensiones con el entorno familiar del exsenador. Sin embargo, las diferencias habrían sido superadas y Mirra habría vuelto a frecuentar el mismo domicilio en el que el condenado cumple su arresto. Incluso, en sus redes sociales, la joven compartió fotos desde el interior del departamento, generando aún más repercusiones.
En este contexto, el abogado Gabriel Iezzi se expresó con dureza en la red social X, cuestionando las condiciones del arresto domiciliario del exfuncionario. “JOSÉ ALPEROVICH PRISIÓN DOMICILIARIA para alguien con problemas respiratorios (además de dolencias vertebrales y diabetes), que, cómodo en PUERTO MADERO, se muestra impunemente con un cigarrillo entre los labios y con su joven ‘pareja’ esperándolo en su lujoso piso de la TORRE ZAFIRO del edificio ZEN CITY. Urgente reglamentación para esta clara demostración de inequidad legal. No todos parecen ser iguales ante la Ley”, escribió el letrado.
La difusión de las imágenes y la actitud del exmandatario no hicieron más que reavivar el debate en torno al uso de la prisión domiciliaria para condenados por delitos de violencia sexual, así como el aparente desbalance entre su situación penal y el nivel de comodidad en el que transcurre su condena.