Hace una semana, en Taruca Pampa, departamento Burruyacú, la vida de Guadalupe Escasena fue arrebatada en un trágico incidente. La niña de once años cruzaba la ruta 304, frente a su casa, para comprar un helado cuando fue impactada por un automóvil Fiat Cronos blanco, arrojándola contra la puerta de su hogar.
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Diversas versiones rodean la muerte de Guadalupe, y su familia busca la difusión del caso. La madre, Verónica González, relató que, mientras Guada estaba cruzando la ruta como hacía habitualmente, fue chocada, y cuando la llamaron, supieron que ya estaba muerta. La familia pide respuestas, ya que hay distintas versiones de los eventos ocurridos.
Guadalupe era la menor de dos hermanos, su padre tiene un taller de autos y trabaja haciendo viajes, mientras que su madre trabaja en el comedor de la escuela a la que asistía Guada, además de ser esteticista y manicurista. La familia describió su situación como normal y expresaron su dolor por la pérdida.
La madre acusa al delegado de la zona de actuar de manera inusual al revisar detalladamente el automóvil implicado en el accidente, incluso después de la tragedia. La familia busca justicia y reclama irregularidades en el proceso, como el lavado del auto antes de ser examinado y la demora en realizar el dosaje al conductor.
Juan, el padre, se queja de la falta de apoyo legal, mencionando que los abogados se centran en cuestiones monetarias en lugar de buscar medidas efectivas contra el conductor. La familia vive momentos de dolor y confusión mientras buscan respuestas en medio de esta tragedia./Fuente: eltucumano