El día después de la milagrosa atajada de Dibu Martínez: «Amo al pueblo argentino, esa atajada se la dedico a todos ellos»

Esos brazos que durante el sábado fueron los más ponderados de los hinchas de la Selección Argentina por la milagrosa atajada en el último suspiro ante Australia tienen dueño. Incluso minutos después de consumada la clasificación a cuartos de final del Mundial de Qatar se puede responder esa incógnita: Santi, el hijo de Emiliano ‘Dibu’ Martínez, se metió dentro del campo de juego del estadio Ahmad Bin Ali para ser alzado por su papá, a quien había visto minutos antes por primera vez en una cancha representando a su país.

Así lo reveló con un tierno posteo su mujer Amada Gama, conocida como ‘Mandinha’. «Hoy fue un día muy especial para nuestro Santi. Fue la primera vez que vio jugar a su papá para la Selección argentina en vivo, y lloró con el primer gol porque se asustó, ja. Se durmió a los 70′, je. ¡Y se despertó con la atajada de su papá! ¡Qué partido tuvimos! ¡Vamos Argentina! Paso a paso llegamos», escribió en una historia de Instagram, con la foto de ‘Dibu’ y su hijo en brazos.

El posteo de la mujer de Dibu Martínez en el reencuentro con su hijo Santi.

Este domingo, los jugadores tuvieron su primer día libre desde que desembarcaron en Doha y el arquero marplatense fue uno de los que aprovechó para salir de la concentración y juntarse con su familia.

Según se pudo ver en redes sociales, hubo un asado bien argentino para compartir con su papá, su hermano y otros familiares que llegaron hasta el país árabe.

Después, la acción siguió con un atardecer en pleno desierto y unas postales hermosas con la bandera que apareció en cada una de las canchas donde jugó Argentina en éste Mundial.

Dibu Martínez y su familia en el desierto de Qatar.

El arquero de 30 años tiene apenas ocho goles concedidos en sus 23 partidos con la Selección Argentina. De hecho, durante este Mundial, le remataron muy pocos tiros: dos (que fueron gol) ante Arabia Saudita; uno (de tiro libre) contra México; cero en el triunfo frente a Polonia; y uno solo, ese último, este sábado contra Australia.

«De la nada que nos metan el gol, era algo que no esperamos, fue un baldazo de agua fría. Tuvimos cuatro o cinco chances para convertir. Vino el grandote, Licha se la bancó, pero yo sabía que tenía que ayudarlos. Trato de hacer lo mejor que puedo», confió el jugador del Aston Villa de Inglaterra.

«Hoy hicimos un pasito más adelante como equipo. Amo al pueblo argentino, cada vez que salgo a la cancha, creo que esa atajada se la dedico a todos ellos», afirmó.