El empresario Osvaldo Rofrano fue encontrado muerto este jueves en su casa de Chacras de Coria, Mendoza. Este hecho movilizó tanto a la Policía de Mendoza como al Ministerio Público, con la fiscal de Homicidios Andrea Lazo al frente de la investigación.
Rofrano, conocido por su participación en redes sociales y su negocio de producción de gases, había hecho graves acusaciones contra el senador Juan Manzur. En un mensaje directo a través de Twitter, Rofrano se presentó al periodista Christian Sanz y le comentó sobre la entrada de una empresa llamada Cascia S.A. a Mendoza, afirmando que eran testaferros de Manzur, a quien calificó como «líder narco del norte».
Rofrano también reveló que había abandonado Argentina debido a amenazas recibidas desde Tucumán y estaba a más de 10 mil kilómetros del país. Acordaron que Rofrano le enviaría documentos y datos sobre la corrupción que alegaba conocer. Rofrano ya había sido entrevistado en octubre del año anterior, lo que derivó en publicaciones por Diario Mendoza Today.
Más recientemente, Rofrano aseguró que había recibido amenazas de muerte tras una discusión con una persona llamada Suárez, quien estaba instalando una empresa de gases medicinales en el parque industrial de Luján de Cuyo. Este conflicto incluía elementos de narcotráfico. El periodista le recomendó hacer una denuncia al Ministerio Público Fiscal, indicando que podía realizarse en línea.
Rofrano había advertido en sus redes sociales que no tenía intenciones de suicidarse y que cualquier daño a su familia o empresa sería responsabilidad de «mafiosos líderes narco». Esta declaración fue publicada solo cuatro días antes de su muerte.
El trágico hallazgo del cuerpo de Rofrano, flotando en la piscina de su casa con las manos y pies atados, fue realizado por su esposa. Aunque la hipótesis principal de los investigadores es el suicidio, el contexto y las amenazas previas han generado dudas y especulaciones.

Rofrano había denunciado previamente a figuras prominentes, incluyendo a Anabel Fernández Sagasti y Omar Parisi, y relató haber sido presionado para pagar una coima de 30 mil dólares a un funcionario durante la administración de Cristina Kirchner.
En su casa, Rofrano vivía con su esposa y una hija de 36 años. En el momento del hallazgo, ambas mujeres estaban fuera del domicilio asistiendo a un cumpleaños. Tras el descubrimiento, los primeros policías en llegar encontraron un sector de la casa desordenado.
La fiscal Andrea Lazo y su equipo acudieron rápidamente al lugar y, tras retirar el cuerpo de la piscina, confirmaron que Rofrano tenía precintos en manos y pies. Aunque la investigación inicialmente se inclina hacia la teoría del suicidio, la causa se investiga como «averiguación de muerte» y se esperan los resultados de la necropsia para cerrar la hipótesis o considerar la posibilidad de una instigación al suicidio./Fuente: MendozaToday