El martes 13 de mayo, al igual que otros martes 13 a lo largo de la historia, es un día que continúa asociado a creencias populares y supersticiones sobre la mala suerte. Esta superstición, conocida como triscaidecafobia, hace referencia al temor irracional hacia el número 13, y ha sido una constante en diversas culturas y religiones a lo largo de los siglos. En muchas de ellas, este día ha sido considerado portador de mala suerte, debido a una serie de eventos desafortunados y simbologías místicas que se vinculan a esta fecha.
La raíz de este miedo al martes 13 proviene de creencias y religiones paganas anteriores al cristianismo, cuyas influencias han perdurado y se han fusionado con otros mitos a lo largo de la historia. Aunque algunas de estas creencias se han transformado con el tiempo, otras han quedado como parte de la tradición cultural y religiosa. En la antigua Roma, por ejemplo, el martes era un día consagrado a Marte, el dios de la guerra y la destrucción, lo cual le confería al día una connotación siniestra, vinculada a la violencia y la fatalidad.
Por otro lado, la superstición en torno al número 13 se profundiza en el contexto del cristianismo, especialmente en su relación con la Última Cena. Según las Escrituras, Jesús compartió la última cena con doce apóstoles, lo que hacía un total de 13 personas en la mesa antes de su crucifixión, un hecho que ha sido interpretado como un augurio de traición y calamidad. Además, el número 13 aparece en el Apocalipsis, asociado con el Anticristo, lo que refuerza su carga negativa a lo largo de los siglos.
La aversión al 13 no se limita al cristianismo, sino que también se extiende a otras tradiciones y creencias. En el Tarot, por ejemplo, la carta número 13 es la de la Muerte, lo cual no hace sino aumentar la percepción de que el número tiene connotaciones oscuras y fatídicas. En algunas culturas, este temor ha llegado a puntos extremos, como la omisión del piso 13 en algunos edificios o la costumbre de invitar a una persona extra para evitar que una mesa tuviera exactamente 13 comensales, pues esto se consideraba un mal presagio.
Aunque el viernes 13 es el día temido en las culturas anglosajonas, como en los Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, donde la superstición ha sido popularizada incluso por películas de terror, el martes 13 es el día que tiene la mayor relevancia en otras culturas, como en la tradición italiana. En Italia, sin embargo, es el número 17 el que genera temor debido a sus propias raíces en las creencias romanas, que asociaban este número con la mala suerte.
Curiosamente, no todas las culturas ven al número 13 como un símbolo de mal augurio. En algunas tradiciones, como la de los antiguos nahuas o aztecas, el 13 tenía una connotación positiva y era considerado un número sagrado. En su calendario ritual, el tonalpohualli, cada ciclo de 13 días se utilizaba para organizar el tiempo de manera estructural y espiritual, otorgándole al número 13 un significado de orden y poder, contrastando con la visión negativa que tiene en el mundo occidental. Este enfoque positivo hacia el número 13 revela cómo las interpretaciones culturales del mismo símbolo pueden variar drásticamente de una región a otra, reflejando creencias y valores profundamente enraizados en cada sociedad.
