Si bien las elecciones en Boca Juniors transcurrieron con normalidad este domingo 17, se sumó un elemento inesperado con la visita del presidente de la Nación, Javier Milei, quien cumplió su promesa de acercarse a la Bombonera para respaldar con su voto a la lista encabezada por Andrés Ibarra, acompañado por Mauricio Macri como vicepresidente. El objetivo era derrotar en las urnas al oficialismo liderado por Juan Román Riquelme. La presencia de Milei no pasó desapercibida, generando un impacto previsible.
Aunque su estancia en el estadio fue breve, la visita del líder libertario fue la primera noticia destacada de una jornada electoral que se extendería hasta la noche, con la atención centrada en el resultado de los comicios. Milei había tomado una postura firme previamente, señalando a Riquelme como parte del «populismo» que, según él, se había instalado en el club, expresando públicamente su deseo de que regresara el macrismo.
Milei, identificado como socio activo número 76,926, ingresó al estadio por el hall central que da a la calle Brandsen alrededor de las 10:10 de la mañana y accedió a la cancha por un sector especial dispuesto por la seguridad de Boca y su propia custodia personal.

Durante su recorrido hacia la carpa al aire libre, protegido por una capucha debido a la lluvia persistente en Buenos Aires, Milei fue visto por poca gente y se escucharon algunos chiflidos aislados. El momento más intenso llegaría después.
Milei votó en silencio en su mesa, evitando la fila para agilizar el proceso y prevenir posibles disturbios, en un ambiente con poca iluminación. Sin embargo, el rumor se propagó rápidamente y los gritos estallaron dentro del gazebo gigante, alcanzando su punto máximo cuando el presidente salió por el mismo lugar por donde había ingresado.
El espacio entre las carpas y las plateas descubiertas de la Bombonera se convirtió en el punto de encuentro de los socios que habían votado, y muchos aprovecharon para quedarse un rato más y sacarse fotos dentro del estadio. En esos segundos en que Milei volvió a mostrarse sin capucha, se evidenció una cierta debilidad en la custodia que debía proteger al presidente.
Es importante recordar la imagen de la semana anterior, cuando un botellazo estuvo a punto de impactar en la cabeza de Milei después de la asunción presidencial. En esta ocasión, el presidente recibió insultos, chiflidos y una canción que se entonó de inmediato en rechazo a su presencia en la Bombonera: «El club es de los socios…». La controversia en torno a las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en el fútbol también se suma a las elecciones en Boca.
Unas horas después del encuentro entre Milei y los hinchas, el candidato Ibarra expresó su repudio al trato hostil que recibió el presidente en la Bombonera, señalando a «los violentos de siempre» como responsables de ese comportamiento. Desde Unidos por Boca, Ibarra subrayó la importancia de que el club sea un ejemplo de respeto y calidad institucional, independientemente de las diferencias políticas.
La respuesta de Milei
Milei respondió a través de Twitter. Si bien no se expresó concretamente, le dio like a un posteo muy duro, y obviamente dio que hablar. «Lamentables los insultos al presidente de la Nación en Boca. Re democrático che«, fue el mensaje puntual, y así el mandamás pudo mostrar su fastidio.