La Secretaría de Energía de la Nación está llevando a cabo un análisis exhaustivo de la situación de aproximadamente 70.000 usuarios de Tucumán, quienes podrían enfrentar aumentos significativos en sus tarifas de energía como consecuencia de la eliminación de los subsidios. Esta medida forma parte de una nueva estrategia que busca ajustar los subsidios y establecer un nuevo esquema de asistencia, el cual comenzará a implementarse en junio.
Ricardo Ascárate, presidente del Ente Regulador de los Servicios Públicos de Tucumán (ERSEPT), aclaró que la decisión no pertenece al ámbito provincial, sino que es una resolución tomada por el gobierno nacional. Ascárate expresó que es responsabilidad de la Nación justificar esta medida. En paralelo, el legislador José Seleme criticó fuertemente a la conducción del ERSEPT, señalando que su rol debería ser escuchar las inquietudes de los usuarios y trabajar para prevenir situaciones como esta, que podrían impactar negativamente en la economía de los tucumanos.
El ajuste anunciado por el gobierno de Javier Milei se centra en la reducción de los subsidios a los servicios de electricidad y gas, lo que implicará un aumento de tarifas, especialmente para los usuarios residenciales de sectores de ingresos medios y bajos. Se estima que los aumentos en la tarifa de electricidad podrían superar el 155%, mientras que el gas registraría incrementos más moderados, de hasta el 30%. Sin embargo, es importante destacar que, aunque los precios subirán, ningún usuario, ya sea residencial, comercial o industrial, pagará el precio completo de la energía consumida, ya que todos seguirán siendo beneficiarios de alguna forma de subsidio.