En los primeros días de esta semana, por caso, la panelista de espectáculos ,Sofía Aldrey, encontró una montaña de chats de Fede Bal con otras mujeres y lo dejó en medio de un escándalo.
Ahora, Paparazzi tuvo acceso a los famosos «Whatsapp» que condenaron al final a la relación del actor y la empresaria y prácticamente lo colocaron a él en una situación de «adicto al sexo», ya que lo sindican como protagonista de una pila de relaciones «clandestinas», algunas de ellas con mujeres muy famosas. La segunda nombrada en su interminable carretel de conquistas -y la primera en aceptar que tuvo algo con Fede- fue Claudia Albertario.
De acuerdo a lo que contó Yanina Latorre, los chats con la actriz eran realmente incendiarios y no dejaban dudas en cuanto a lo «cercano y estrecho» del vínculo que mantenían. Incluso aportó datos acerca de fotos que ella le mandaba de algunas «partes íntimas» de su cuerpo y de las tórridas y explosivas respuestas de él acerca de lo que harían en un nuevo encuentro. Sabroso para todo el mundo menos para Sofía, que se pegó tal bronca que le destrozó a Fede su sala gamer y su colección de legos valuada en 10.000 dólares.
En las capturas a las que tuvo acceso Paparazzi (su nombre técnico, en inglés, es «screenshot», de allí el verbo «screenshotear» que ayer estrenó Maite Peñóñori en Intrusos) se observa, efectivamente, una foto «en cola» que Albertario le mandó a Fede contándole que estaba en un estacionamiento donde «la iban a violar» si la pescaban en esos menesteres. La respuesta de Fede no podía ser más elocuente ni directa: «Tanto te voy a coger», le puso. Más claro, échele… bueno, el líquido o fluido que prefieran.
Con el correr de las horas, Fede mantuvo el silencio pero Albertario habló (en realidad, escribió una carta que luego publicó en sus redes sociales) y admitió haber estado con el actor -actual protagonista de la obra Kinki Boots en la temporada teatral de Villa Carlos Paz- y de paso aclaró que también son ciertos todos los rumores que circularon acerca de una separación con Jerónimo Valdivia, el padre de sus hijos.
En la misiva, la actriz se asumió como «una mujer adulta, libre y consciente de todos los actos que involucran a mi intimidad» y aceptó sus encuentros con Fede Bal «porque la amistad a veces traspasa los límites del amor fraternal» aunque se corrió de la incómoda postura de «tercera en discordia», ya que, según lo que contó, «éramos dos personas emocionalmente solas»./paparazzi