En una exploración científica que continúa revelando sorpresas, un grupo de investigadores del Conicet en colaboración con el Schmidt Ocean Institute de California lleva varios días analizando el lecho marino del Océano Atlántico. Utilizando un vehículo operado por control remoto (ROV), han alcanzado profundidades cercanas a los 3.600 metros y, en ese oscuro y frío mundo submarino, han comenzado a aparecer criaturas que han despertado el entusiasmo no solo de la comunidad científica, sino también del público general en redes sociales.
Uno de los primeros seres que capturó la atención fue una estrella de mar con una particular forma que le valió el apodo viral de «estrella culona». Ahora, a ese «elenco» marino se le suma otro inesperado protagonista: un caracol marino que los usuarios bautizaron con entusiasmo como “Gary”, en referencia al entrañable personaje de la serie animada Bob Esponja.
¿Y quién es Gary en ese universo televisivo? Se trata del fiel compañero de Bob Esponja, una especie de gato-caracol que se comunica con maullidos. En la serie también están Patricio, la estrella de mar, y Calamardo, el pulpo malhumorado —personajes con los que, curiosamente, los usuarios comenzaron a comparar a los verdaderos animales descubiertos por los científicos.
La ironía, claro, no se hizo esperar en redes. La cuenta de X @alfranchuni celebró con entusiasmo: “¡Han encontrado a GARY!!!!… qué genialidad esto!”. En tanto, @Nunuim2 se sumó con humor: “Gary, ¿qué te han hecho? ¡Trátenlo bien, Conicet!”.
A pesar del entusiasmo por encontrar representaciones del mundo animado bajo el mar, los especialistas aclaran que hay un límite para lo que puede hallarse. Por ejemplo, una esponja como Bob Esponja difícilmente podría sobrevivir a profundidades superiores a los 1.500 metros, mucho menos una ardilla astronauta como Arenita Mejillas. Sin embargo, el hallazgo de estas criaturas reales alimenta la imaginación colectiva, y no es casual que algunos usuarios hayan resumido con humor: “Encontraron a Calamardo, Patricio y ahora a Gary…”.
La última incorporación a este “reparto de Fondo de Bikini versión Conicet” tuvo lugar el lunes, cuando el ROV SuBastian descendió hasta los 3.665 metros de profundidad, explorando específicamente la región conocida como el Cañón de Mar del Plata. Durante esta inmersión, se escuchó en el sistema de audio del vehículo la orden: “Succión sampler 3, evento 33”, indicando que el caracol fue cuidadosamente recolectado con el brazo mecánico del equipo.
Este nuevo episodio se suma a una serie de hallazgos de animales que, por su apariencia o comportamiento, han sido relacionados por la imaginación popular con personajes de dibujos animados. Entre ellos, se cuentan varios calamares avistados a distintas profundidades, algunos de los cuales fueron señalados como posibles “parientes” de Calamardo.
Más allá de las bromas y comparaciones, estos descubrimientos subrayan la riqueza y diversidad de vida marina en las profundidades del océano argentino, y abren nuevas puertas al estudio de especies poco conocidas que habitan las zonas abisales. Lo que comenzó como una expedición científica rigurosa ha logrado también despertar el entusiasmo lúdico de miles de personas, uniendo ciencia y cultura pop en una narrativa inesperada.
