Este lunes, el reality más popular del país sorprendió a todos con la eliminación de una de sus participantes más fuertes de la edición, un giro inesperado que dejó a muchos sorprendidos. Gran Hermano había tenido una semana intensa, marcada por sanciones, una prueba de líder y eliminaciones fulminantes, lo que aumentaba la expectativa para la gala de eliminación de ese día.
La semana comenzó el miércoles con la clásica gala de nominaciones, preparatoria para la eliminación. En esta ocasión, se introdujo una nueva dinámica: la mitad de los participantes debió ingresar al confesionario, mientras que la otra mitad tuvo que nominar a sus compañeros cara a cara, en presencia de todos, lo que generó aún más tensión entre los concursantes.
El jueves, la líder de la semana, Furia, realizó su jugada final, modificando la placa de nominados al bajar a Bati Larrivey y subir a Tato Algorta. De esta manera, todo el grupo conocido como «El Tridente» quedó en la placa de nominación, aumentando las posibilidades de que uno de ellos fuera eliminado en la gala.
Lo que siguió fue una sorpresa aún mayor: Santiago del Moro, el conductor del programa, entró a la casa para entregar mensajes de los familiares de los participantes, generando un ambiente de emoción y tensión.
Finalmente, la sorpresa llegó cuando Luciana, una de las integrantes del «Tridente», perdió en el duelo de votos contra Chiara y fue eliminada del reality, poniendo fin a su participación en el programa.