José Alperovich, exgobernador de Tucumán, lleva cinco meses recluido en el penal de Ezeiza, donde cumple una condena de 16 años de prisión por delitos sexuales. La sentencia fue emitida el 18 de junio por el juez Juan María Ramos Padilla, quien ordenó su inmediata detención y traslado al complejo penitenciario. Desde entonces, el político permanece en un pabellón destinado a personas condenadas por abuso sexual, compartiendo espacio con otros 25 internos. A pesar de los intentos de su defensa, recientemente la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional rechazó un nuevo pedido para que se le concediera la prisión domiciliaria.
Los jueces Alberto Huarte Petitte y Jorge Luis Rimondi firmaron la resolución en la que consideraron que el recurso presentado por los abogados de Alperovich carecía de fundamentos suficientes, calificándolo de «inadmisible». Esta negativa prolonga la estadía del exgobernador en el penal mientras continúan los trámites judiciales relacionados con su caso.
La condena de Alperovich se originó en la denuncia realizada por una excolaboradora suya, quien además es su sobrina segunda. La mujer aseguró haber sido víctima de abusos en al menos nueve ocasiones entre finales de 2017 y principios de 2018. Durante el juicio, que comenzó en febrero y concluyó en junio, se presentaron casi 100 testimonios. Finalmente, Ramos Padilla dictó la sentencia de 16 años de prisión, alineándose con la solicitud del fiscal Sandro Abraldes, quien había pedido una condena similar. Los querellantes, por su parte, habían solicitado 22 años, mientras que la defensa abogaba por la absolución.
En los fundamentos de su fallo, Ramos Padilla subrayó que existía un alto riesgo de fuga si Alperovich permanecía en libertad, lo que justificó su detención inmediata. A pesar de que los hijos del exgobernador ofrecieron garantías personales y se comprometieron a turnarse para cuidar de su padre en un domicilio familiar ubicado en Puerto Madero, el juez rechazó esta propuesta. Ramos Padilla argumentó que este tipo de ofrecimientos, basados en la capacidad económica de la familia, contravenían el principio de igualdad ante la ley establecido en la Constitución Nacional. En sus palabras, permitirlo sería avalar la idea de que «con dinero se puede estar por encima de las obligaciones legales que pesan sobre cualquier ciudadano».
Además, Ramos Padilla descartó las razones de salud presentadas por los familiares de Alperovich para justificar el pedido de prisión domiciliaria. El magistrado destacó que desde el inicio de su detención, el condenado ha recibido atención médica integral, tanto por parte de los profesionales del Servicio Penitenciario Federal como de médicos privados, garantizando así el tratamiento adecuado para sus dolencias.
Actualmente, el caso presenta varias cuestiones judiciales pendientes. Por un lado, está en proceso de revisión el recurso de casación interpuesto contra la sentencia, cuyo resultado podría ser apelado ante la Corte Suprema, sea cual sea el fallo. Además, persisten incidentes relacionados con pedidos de excarcelación. Tras el primer rechazo, que se produjo un día después del veredicto, se inició una serie de recursos que fueron desestimados en diferentes instancias. A pesar de esto, la defensa continúa presentando apelaciones, lo que podría culminar en una resolución conjunta por parte de la Corte Suprema, tanto sobre la condena como sobre los pedidos de prisión domiciliaria. Según fuentes judiciales, esta decisión no se espera hasta el próximo año, lo que implica que Alperovich deberá seguir en el penal hasta entonces.
En paralelo al proceso judicial, los hijos del exgobernador han iniciado una campaña mediática a través de un canal de YouTube llamado @CasoAlperovich. Allí, publican videos en los que critican la actuación del juez Ramos Padilla, cuestionan las pruebas presentadas en el juicio y califican el caso como una «causa armada». En los 12 videos publicados hasta ahora, los hijos de Alperovich exigen justicia para su padre, argumentando que las acusaciones son falsas. Este contenido también es compartido en sus redes sociales, ampliando el alcance de su mensaje.