En una audiencia de múltiples propósitos, el Ministerio Público Fiscal presentó cargos contra Mateo Walter Córdoba, de 38 años, acusado provisionalmente de homicidio simple tras las investigaciones sobre la muerte de Luján Nieva, una niña de 11 años que había desaparecido desde el domingo anterior en la localidad de Río Seco. El auxiliar fiscal Bernardo Sassi, quien forma parte de la Unidad Fiscal Especializada en Delitos contra la Integridad Física del Centro Judicial de Monteros, solicitó que se dictaran seis meses de prisión preventiva para garantizar el avance de la investigación y pidió que se declare la causa como un asunto complejo.
El juez Mario Reinaldo Velázquez concedió parcialmente lo solicitado por el Ministerio Público Fiscal, ordenando una prisión preventiva de cuatro meses para Córdoba. Además, dispuso su traslado inmediato a la cárcel de Villa Urquiza, en espera de que se libere un espacio en la Unidad Número 3 del Penal de Concepción.
La teoría de la fiscalía sobre el crimen
En la audiencia, la fiscalía, representada por el auxiliar fiscal Bernardo Sassi, esbozó su teoría sobre lo que ocurrió. Según la acusación, el trágico evento tuvo lugar el domingo 25 de agosto alrededor de las 12:30 horas. Luján Nieva había salido de su casa, ubicada en el barrio Virgen del Rosario en Río Seco, para hacer una compra en un almacén cercano. Durante su trayecto, pasó por la vivienda de Mateo Walter Córdoba, con quien mantenía una relación de confianza. El acusado, aprovechando esta situación, presuntamente la obligó a entrar en su casa. Una vez dentro del domicilio, la fiscalía sostiene que Córdoba atacó brutalmente a Luján, golpeándola repetidamente con un ladrillo hasta causarle la muerte.
Sin embargo, el horror no terminó con el asesinato. De acuerdo con la acusación, el imputado, en su intento por ocultar el crimen, llevó el cuerpo de la menor a la parte trasera de su vivienda. Allí, en un acto de extrema brutalidad, desmembró el cuerpo de la niña y trató de incinerarlo. Al no poder quemar el cadáver por completo, según la fiscalía, decidió esconder las vísceras de Luján en un tacho que luego cubrió con tierra y una planta, con el fin de disimular las pruebas del atroz crimen.
Durante la audiencia, el auxiliar fiscal Sassi calificó el acto como «macabro», subrayando que se trataba de un ataque contra «el bien jurídico más preciado», en referencia a la vida de la niña. La conducta del imputado, según Sassi, añadía una gravedad excepcional al hecho, por lo que se anticipaba que se buscaría una de las penas más severas contempladas en el Código Penal.
Ante la pregunta sobre la posibilidad de que se hubiera cometido un delito sexual, el fiscal Sassi señaló que no se descartaba ninguna hipótesis en el curso de la investigación. Asimismo, confirmó que se había incautado una prenda íntima de mujer que sería sometida a análisis forenses para esclarecer más detalles sobre el caso.