El Gobierno provincial decidió dar por finalizada la concesión del servicio de transporte correspondiente a la Línea 131, que hasta el momento estaba bajo la responsabilidad de la empresa El Rayo Bus SRL. La resolución se produjo luego de 53 días consecutivos sin prestación del servicio, lo que motivó la caducidad formal de la concesión. La notificación oficial fue enviada a la firma, generando preocupación e incertidumbre entre los empleados que dependen laboralmente de la compañía.
De acuerdo con fuentes cercanas al área de Transporte, el derecho de explotación de la línea fue transferido al empresario Jorge Berreta, actual vicepresidente de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (AETAT), quien quedará a cargo de la operación y administración del servicio. La decisión marca un cambio significativo dentro del sistema de transporte público provincial, dado el prolongado conflicto gremial y financiero que afectaba a la prestataria anterior.
En declaraciones brindadas desde las instalaciones de la empresa, el titular de El Rayo Bus, Sergio Gómez, expresó su descontento con la medida, asegurando que la quita de la concesión se basó en el paro impulsado por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) semanas atrás, hecho que paralizó la actividad y generó la suspensión prolongada del servicio. Gómez sostuvo que el conflicto gremial fue utilizado como pretexto político y sindical para desplazarlo del negocio, señalando directamente a la conducción de la UTA.
Además, el empresario afirmó haber presentado una denuncia formal contra dirigentes sindicales, a quienes calificó como parte de una “mafia sindical” que —según su versión— buscaba apropiarse de la línea y favorecer intereses empresariales específicos. “La UTA hizo lo que hizo y, finalmente, Jorge Berreta se quedó con la línea”, declaró Gómez, apuntando contra la presunta connivencia entre sectores del gremio y del empresariado del transporte.
La situación generó un fuerte debate público sobre la transparencia del proceso administrativo que derivó en la caducidad de la concesión, así como también sobre el futuro laboral de los trabajadores que formaban parte de El Rayo Bus. Hasta el momento, las autoridades provinciales no han brindado precisiones sobre las razones técnicas y jurídicas que justificaron la decisión, ni sobre las condiciones bajo las cuales Berreta asumirá la gestión del servicio.
En las próximas horas, se espera que el Ministerio de Obras y Servicios Públicos y representantes de la UTA Tucumán ofrezcan una conferencia de prensa para detallar los pasos a seguir, definir las garantías laborales para los empleados desplazados y anunciar la fecha exacta en la que el nuevo concesionario retomará las operaciones de la Línea 131. Mientras tanto, los usuarios del servicio permanecen a la espera de una normalización definitiva del recorrido, que lleva casi dos meses interrumpido.
 
 