Durante la jornada del viernes, las principales aerolíneas que operan en el país tomaron la decisión de cancelar los vuelos entre la ciudad de Buenos Aires y la provincia de Tucumán, tanto de ida como de regreso. La medida fue adoptada a raíz de la presencia persistente de cenizas volcánicas suspendidas en el aire, lo que representaba un riesgo para la navegación aérea en la zona.
Este fenómeno atmosférico se sumó a otras complicaciones que afectaron al Aeroparque Jorge Newbery, donde se produjeron demoras y reprogramaciones motivadas por una tormenta acompañada de actividad eléctrica intermitente, lo que alteró significativamente las operaciones durante todo el día.
Tanto Aerolíneas Argentinas como JetSmart confirmaron la suspensión de sus vuelos programados, a partir de los reportes del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), que advertía sobre la presencia de partículas volcánicas en el aire con posibilidad de asentamiento en superficie en Tucumán. La aerolínea de bandera tenía previsto un vuelo con horario de llegada a las 18:55 desde Buenos Aires; sin embargo, aún se encontraba en evaluación si este servicio también se cancelaría. De suspenderse, la salida correspondiente desde el Aeropuerto Benjamín Matienzo tampoco se realizaría. La resolución definitiva se comunicaría en el transcurso de las horas siguientes.
Por su parte, Flybondi también optó por interrumpir su frecuencia hacia y desde la capital tucumana, sumándose así a las restricciones operativas generales.
En cuanto al impacto en el Aeroparque porteño, se registraron demoras en al menos 56 vuelos durante el día, debido a las condiciones climáticas desfavorables. Particularmente, la actividad eléctrica fue determinante para las alteraciones en la programación.
Cabe destacar que no se trató de una erupción volcánica reciente, sino de un fenómeno poco habitual que, según los especialistas, habría sido provocado por el viento Zonda, característico del oeste argentino. Este viento habría levantado cenizas volcánicas previamente depositadas en la provincia de Catamarca, trasladándolas a la atmósfera sobre Tucumán.
Una prueba de esta situación se vivió durante la mañana, cuando un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a Tucumán fue desviado al aeropuerto de Jujuy ante la imposibilidad de continuar por la ruta aérea comprometida por las cenizas. Posteriormente, la aeronave regresó a Buenos Aires.
Este tipo de situaciones, aunque poco frecuentes, implican una atención especial de las autoridades aeronáuticas y meteorológicas, debido al riesgo que representan las partículas en suspensión para los motores de los aviones y la visibilidad en vuelo.