La víctima de Alperovich se pronunció tras el fallo judicial que le otorgó prisión domiciliaria al exgobernador

Luego de haber sido sentenciado en 2024 a 16 años de prisión por abusar sexualmente de su sobrina, el exgobernador tucumano José Alperovich fue autorizado por la Justicia a cumplir el resto de su condena en su domicilio. Esta decisión fue tomada por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N°29 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el cual estableció como lugar de cumplimiento el departamento que el exsenador posee en Puerto Madero, un sitio donde ocurrieron algunos de los hechos por los que fue condenado. Además, se le fijó una caución económica de 400 millones de pesos.

En el mismo fallo, el tribunal determinó que Alperovich deberá llevar una tobillera electrónica para el monitoreo constante de su ubicación y respetar una serie de condiciones estrictas. Cualquier incumplimiento de estas normas podría derivar en la revocación inmediata del beneficio y su reingreso al sistema penitenciario.

Entre las restricciones impuestas, se encuentra la prohibición absoluta de todo tipo de contacto con la víctima y su entorno familiar. Esta medida incluye medios personales, tecnológicos y cualquier vía de comunicación indirecta o a través de terceros. Asimismo, se le impide hacer referencias públicas que puedan, directa o indirectamente, afectar a la denunciante.

Una persona cercana a la víctima explicó que la mujer no está satisfecha con la medida, pero tampoco pretende presentar una apelación. Según esa fuente, “ella quiere vivir tranquila con su familia” y considera que, aunque Alperovich ahora esté en un ambiente más cómodo, “sigue privado de su libertad”.

La misma fuente remarcó que para la víctima lo más relevante siempre fue la búsqueda de justicia, y añadió que considera fundamental que la resolución judicial haya sido clara en cuanto a que la prisión domiciliaria fue concedida exclusivamente por motivos técnicos, es decir, por no haber aún una sentencia firme y por los criterios relacionados a los riesgos procesales.

Otra persona allegada a la denunciante brindó más precisiones: “Ella no está contenta con la decisión, pero entiende que el tribunal no dio lugar a los pedidos de la defensa. No se probó ningún problema de salud que impidiera que Alperovich continuara en la cárcel, ni el hecho de haber alcanzado los 70 años fue considerado suficiente para aplicar un criterio de tipo humanitario”.

Las razones de la Justicia para otorgarle la domiciliaria

Durante más de un año, Alperovich permaneció en el Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza. En ese tiempo, su defensa había solicitado en varias ocasiones el cambio de modalidad de detención, sin éxito.

Los informes médicos presentados no respaldaron los pedidos de excarcelación domiciliaria. De hecho, el Cuerpo Médico Forense concluyó que el estado de salud del imputado no presentaba patologías graves ni ninguna condición médica que hiciera imposible su permanencia en un establecimiento penitenciario.

A pesar de eso, el tribunal consideró que el hecho de que la condena aún no esté firme, sumado al tiempo ya transcurrido bajo detención preventiva, habilitaba el beneficio. En palabras del fallo: “Debe quedar claro que no voy a conceder el arresto domiciliario solicitado como un privilegio ni por compasión, sino como ejercicio legítimo de una atribución legal fundada en condiciones de estricto control”.

Además, el texto judicial dejó en claro que el período que Alperovich pasó en prisión, alojado en un pabellón común y sin beneficios especiales, fue suficiente para que comprenda la seriedad de su situación. Y concluyó con una advertencia: “Cualquier transgresión de las condiciones que habré de imponerle dará lugar a la revocación inmediata del beneficio que le otorgaré y al reingreso al régimen penitenciario”.