Recientemente, el robo de los patos del lago San Miguel y un intento de cocinar un ganso en el parque 9 de Julio generaron gran preocupación en la Municipalidad de la ciudad. Ante estos y otros actos vandálicos, las autoridades locales decidieron tomar medidas para proteger el área, tales como implementar una barrera que limite el acceso vehicular hacia el embalse, aumentar la presencia de seguridad y reforzar la educación para promover una conducta responsable entre los visitantes del parque.
Cecilia Albo, coordinadora del parque 9 de Julio, explicó que uno de los enfoques principales será instalar una contención natural que impida que los vehículos se acerquen al lago. Esta barrera estará formada por troncos, arbustos y árboles, permitiendo únicamente el acceso a los camiones que realizan las tareas de limpieza y recolección de algas en el agua. Aclaró que esta restricción no afectará el paso de las personas, sino solo el de los vehículos.
Además de la restricción vehicular, otro componente crucial para garantizar el control en la zona será el aumento de la seguridad. La coordinadora informó que se mejorará la vigilancia con más personal, y se instalarán cámaras de seguridad. En la actualidad, ya cuentan con un servicio de seguridad privada que opera permanentemente en el parque, además de la Patrulla de Protección Ciudadana, que realiza rondas. Aunque es difícil contar con una gran cantidad de oficiales debido a limitaciones de recursos, se enfocarán en aumentar el control durante los fines de semana, especialmente en la temporada de vacaciones, cuando los visitantes se quedan hasta tarde y se producen más incidentes, generalmente en la madrugada.
Otro aspecto importante para la protección del parque es la educación y concientización de los vecinos y usuarios del espacio verde. Albo mencionó que el lago San Miguel ha sido especialmente afectado por actos vandálicos durante los fines de semana, cuando muchas personas, ya sea por diversión o con malas intenciones, han dañado el ecosistema. La coordinadora recordó el robo de patitos y el reciente intento de cocinar un ganso como ejemplos de esta problemática, que no solo se limita al parque, sino que afecta a toda la provincia. A pesar de estos desafíos, destacó que el parque se encuentra en un proceso de restauración y mejora, con el objetivo de mantenerlo limpio, restaurar las esculturas y regular el comercio ambulante, de modo que todos los ciudadanos puedan disfrutar del lugar como en tiempos pasados.
Actualmente, el lago San Miguel alberga a aproximadamente 16 animales, entre patos y gansos, aunque no se sabe cuántos han sido robados. Durante el último fin de semana, se reportó el robo de dos patos y un ganso, este último encontrado bajo un árbol con la intención de ser cocinado por un «trapito».
Por su parte, Juan Rojas, director de Vía Pública, también expresó su preocupación por los daños al ecosistema, señalando que los gansos, al ser atacados con piedras, se alejan hacia el otro lado del lago, donde son capturados, y lamentó la desaparición de cinco gansos en total. Consideró que estos actos son un claro ejemplo de falta de conciencia ambiental y educacional, subrayando la importancia de cuidar los espacios públicos, especialmente después de la pandemia que limitó la libertad de los ciudadanos.
Rojas también mencionó otros problemas que afectan el lago, como la contaminación por aceite y la presencia de personas que se bañan en el agua, lo cual está prohibido. Insistió en la necesidad de educar a la población para garantizar el buen uso de estos espacios para que todos puedan disfrutar de ellos de manera segura y respetuosa. Finalmente, Albo denunció que en octubre, durante las celebraciones de Halloween, se dañaron varias esculturas del parque, que fueron pintadas de rojo, lo que obligó a reiniciar el trabajo de restauración que ya se había completado.