La Unión Tranviarios Automotor (UTA) confirmó que a partir de las 14 horas de este miércoles comenzó un paro de choferes de colectivos, el cual será de duración indefinida, intensificando así la crisis del transporte público en Tucumán.
El gremio de los conductores anunció esta huelga tras la conferencia de prensa realizada por los empresarios de la Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (Aetat) el día anterior, en la cual se comunicó la reducción de los servicios a partir de hoy y el despido de 200 empleados.
La medida de fuerza se puso en marcha después de que concluyera el horario escolar de la mañana, según explicaron los representantes del sindicato. Desde la UTA señalaron que el paro no será levantado, incluso si se dicta una posible convocatoria a Conciliación Obligatoria por parte de la Secretaría de Trabajo, indicando que no acatarían dicha resolución.
Además, durante la mañana, los choferes se dirigieron en protesta hacia la sede de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, ubicada en 9 de Julio al 500, para manifestar su descontento con la postura de la intendenta Rossana Chahla.
El pasado lunes, Aetat había anunciado una serie de medidas urgentes, que incluían la reducción del 40% de los recorridos y el despido de unos 200 trabajadores. Según los dirigentes de la asociación, la situación financiera del sector es crítica, ya que enfrentan un déficit operativo continuo, y acusaron a la municipalidad de no ofrecer soluciones a esta difícil situación, debido a la negativa de brindar subsidios adicionales y la demora en la actualización de la tarifa del transporte.
En respuesta, la administración de Chahla rechazó las decisiones de los empresarios, calificándolas de extorsivas, y decidió acelerar el proceso para regularizar la concesión de las 14 líneas de colectivos que actualmente operan en la capital de manera precaria bajo las empresas afiliadas a Aetat.
El gobernador Osvaldo Jaldo reconoció el martes que, a pesar de los esfuerzos continuos por mantener el servicio, los problemas persisten y subrayó la importancia del transporte público tanto para la educación como para la economía local. «Es crucial que los empresarios cambien su actitud y mejoren el servicio. Un paro de colectivos no solo afecta a los usuarios, sino que también podría tener repercusiones en la salud pública y la seguridad,» declaró Jaldo.
El gobernador también mencionó que la provincia ha asumido una carga económica significativa para compensar la falta de subsidios nacionales, cubriendo casi $3.000 millones mensuales para mantener operativos a 1.400 autobuses en toda la provincia. Sin embargo, advirtió que el gobierno provincial no puede continuar soportando estos costos de manera unilateral sin el respaldo adecuado de otras instituciones, haciendo referencia directa a la gestión de la intendencia capitalina.