La acusación del Gobierno de Estados Unidos sobre la presencia de un supuesto globo espía chino en su territorio volvió hoy a poner en el centro de escena a este sistema para recabar información de Inteligencia que se resiste a desaparecer frente a estrategias más modernas y menos invasivas como la utilización de satélites.
El incidente se produce antes de que el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, tuviera previsto iniciar una visita de dos días a China para reunirse con el presidente chino, Xi Jinping. La gravedad del caso (para EE.UU., al menos) fue tal, que Blinken decidió cancelar el viaje.