Los periodistas de La Nacion+, Luis Novaresio y Luis Majul, criticaron el reparto discrecional de los subsidios al mundo de la cultura y arremetieron contra el ministro del área, Tristán Bauer, en el marco de la tensión en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), con la reciente intervención del organismo y el pedido de renuncia su titular Luis Puenzo, tras la protesta de un colectivo de cineastas que reclamaban un fondo de fomento, y que fueron reprimidos por la policía de Capital Federal,en una protesta.
Luis Majul al final de un pase televisivo con el programa de Novaresio, arremetió, junto a sus colegas Marina Calabró, Débora Plager, contra el film tucumano, «El Motoarrebatador», de 2018, dirigida por Agustín Toscano.

“Los subsidios se dan a directores y actores, todos K. Siempre eran los mismos los que recibían los subsidios”, dijo Majul en un momento. Irónicamente, el periodista comenzó a enumerar los largometrajes que recibieron subsidios en los últimos años, para consolidar su crítica. “Hay uno que me llama mucho la atención El Motoarrebatador de Agustín Toscano. Bueno con este me voy, me voy, chau”, dijo el periodista mientras finalizaba el pase.
«Se ve que motochorro era estigmatizante», aportó Plager. «Motoarrebatador es más romántico», agregó Calabró.
La película
La trama del largometraje se centra en el dilema existencialista de Miguel (Sergio Prina), el arrebatador, quien se debate entre seguir su instinto de supervivencia (salir a callejear y esperar la oportunidad para el arrebato) o reivindicar su rol como padre de familia.
La película está contextualizada en Tucumán en el año 2013, El motoarrebatador, presenta secuencias de saqueos a supermercados y huelgas policiales que refieren a un proceso de revuelta social que realmente vivió la provincia durante aquel año. Lo insólito de aquellos sucesos era que los atacantes se dirigían a locales comerciales y almacenes para extraer, en su gran mayoría, televisores, estufas, heladeras, entre otros artefactos eléctricos. A su vez, el rodaje de la película ha sido conocido en los medios masivos de comunicación por un hecho peculiar y no tan agradable: durante un simulacro de saqueo, un hombre ingresó al set y, creyendo que se trataba de una situación real, aprovechó para llevarse un calefón. Quizás ahora logre otra nueva repercusión, gracias a esta polémica.