El juzgado federal número 1, encargado de supervisar y organizar los comicios en Argentina, se encuentra en estado de conmoción debido a los 5.000 despidos y retiros voluntarios en el Correo Argentino, que podrían obstaculizar la organización de las elecciones. Este hecho ha generado preocupación en las oficinas del juzgado, ubicadas en el Palacio de Justicia, donde la jueza María Romilda Servini preside actualmente. El Correo desempeña un papel fundamental en el proceso electoral, ya que se encarga de distribuir las urnas, los padrones de votantes, las boletas de los partidos, las planillas de recuento y todo el material necesario para las elecciones. Además, el Correo recoge las urnas con los votos, gestiona los votos por correo y realiza el recuento provisional de votos la noche de las elecciones.
Según las autoridades, muchos de los empleados despedidos o que se han ido eran responsables del trabajo técnico y operativo relacionado con los comicios. La magnitud de las elecciones en Argentina es enorme, con casi 110.000 urnas distribuidas en 17.000 escuelas, algunas de las cuales solo se pueden acceder en mulas.
La jueza Servini enfrenta ahora un desafío sin precedentes para organizar las elecciones, ya que la falta de personal calificado en el Correo dificulta la logística electoral. A pesar de los rumores de que el Correo podría detener los retiros voluntarios, la situación no ha cambiado y se estima que alrededor de 7.000 empleados serán despedidos, dejando solo 9.000 empleados en el Correo.
Estos despidos han sido parte de una ola de despidos generalizados en el país, donde los trabajadores reciben la noticia de su despido por correo electrónico. Esta falta de previsión y planificación por parte del gobierno ha llevado a situaciones como la falta de gas y la imposibilidad de comprar repuestos para los trenes. Sin embargo, el impacto más grave podría ser la falta de personal calificado en el Correo, lo que pone en riesgo la organización eficiente y transparente de las elecciones, que han sido una parte fundamental de la democracia argentina desde 1983.
