Tremendo partido se jugó Guillermo Brown de Puerto Madryn. Superó con diferencia a San Martín de Tucumán. Gastón Esmerado va a dormir bien. Con la lluvia de fondo, el Gato conciliara el sueño de buena manera. Ahora ¿por qué pasará esto? Simple, el partido de sus dirigidos fue muy bueno en una cancha que terminó con silbidos para el DT Iván Delfino.
Presión, firmeza en defensa, manejo de pelota en el mediocampo, y por sobre todas las cosas, inteligencia para jugar el partido. Inteligencia porque jugó como si estuviera en una cancha cualquiera, y estaba en una de las canchas más complicadas de la categoría. Inteligencia porque el partido se dio en el marco de una lluvia torrencial, y con eso en estos partidos también hay que saber jugar. Diez puntos el partido del conjunto de Madryn.
Y si de lluvia hablamos, mejor dicho de agua, hablamos del Ciruja. Porque San Martín hizo agua. Nunca encontró los caminos. Jugó con un nerviosismo poco visto. Pases apurados, pelotazos a nadie, situaciones con poca claridad, fueron los motivos por los cuales el conjunto tucumano perdió el partido. Merecida victoria se llevó Brown. Por parte del local, flojo nivel futbolístico