El chequeo general debe incluir un análisis de sangre y un electrocardiograma como condiciones básicas y fundamentales.
La cardióloga del hospital Néstor Kirchner, Fernanda Alderete Bimbi, habló sobre la importancia de la consulta cardiológica antes de emprender cualquier tipo de actividad física, especialmente en esta época del año y para aquellas personas que habitualmente no la realizan de forma periódica.
«Siempre es bueno, antes de iniciar cualquier tipo de actividad física, realizar un chequeo general que incluya análisis de sangre y un electrocardiograma como condiciones básicas y fundamentales. En cardiología el electrocardiograma es el punto de partida por medio del cual podemos descubrir muchas patologías estructurales cardiológicas, pero dependiendo de la edad del paciente y sus antecedentes se puede indagar un poco más con una ergometría», dijo la especialista.
La ergometría es una prueba de esfuerzo graduado en la cual se evalúa la actividad eléctrica permanente del mínimo al máximo: «Con esta prueba se busca estimular para el momento que la persona vaya a realizar la actividad física de su elección, mientras el ecocardiograma estudia la estructura del corazón en sí», diferenció la profesional y aclaró que si bien son diferentes las realidades de una persona que desde temprana edad practica algún tipo de gimnasia o deporte, de la de aquellas personas que emprenden en una edad adulta, la realización de un electrocardiograma sería condición base de cualquier chequeo en las diferentes edades de la vida.
«Si la persona es adulta y quizás tiene alguna patología subyacente, se suma al electro algún estudio como la prueba de esfuerzo gradual que comúnmente la gente conoce como ergometría y un ecocardiograma. Los riesgos dentro de lo cardiológico son variados, van desde arritmias benignas, hasta algunas patologías que terminan desencadenando la muerte súbita, que toma relevancia pública, por ejemplo, en los casos de algunos deportistas que están jugando un partido de fútbol y se desmayan y pueden incluso fallecer por falta de controles exhaustivos de una enfermedad cardiovascular maligna”, detalló y refirió que como el espectro de patologías es amplio, los chequeos periódicos son fundamentales.
Siguiendo esta línea la especialista refirió que a nivel mundial está demostrado que la práctica periódica de actividad física (con una frecuencia diaria o de día por medio) es sumamente útil para disminuir riesgos de patologías como infartos agudos de miocardio, accidentes cerebro vasculares, hipertensión arterial y diabetes; pero que la misma debe estar siempre ajustada a las capacidades del paciente, iniciarse de forma gradual y a conciencia, con controles previos y un aumento de intensidad regulado de menor a mayor, midiendo tolerancia y resistencia.
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