La ciudad de Capiatá, ubicada en el departamento Central de Paraguay y a unos 23 kilómetros de Asunción, se convirtió recientemente en un punto clave en la búsqueda de Marita Verón, la joven tucumana desaparecida hace 23 años. Desde esta localidad surgieron alertas y mensajes hacia Susana Trimarco, madre de Marita y fundadora de la Fundación María de los Ángeles, que señalaban la posible presencia de una mujer en situación de calle que, según los vecinos, podría ser la hija desaparecida. Los residentes aseguraron que esta mujer sería argentina y que su estado era alarmante.

“No pude dormir. Me mandaron una foto que no la quiero presentar, porque es horrorosa la situación de esa mujer. Es como que me clavaron un puñal en el pecho y no puedo dormir pensando que, mientras yo con la fundación ayudo a miles de mujeres, supuestamente, mi hija está como una persona indigente”, expresó Trimarco, reflejando la angustia que le generó la imagen de la extrema desnutrición de esta persona.
La pista fue entregada este jueves a la Fiscalía Federal N°2 de Tucumán, a cargo del fiscal José Agustín Chit. Mientras tanto, Infobae accedió a la fotografía que motivó las alertas de los vecinos de Capiatá, así como a imágenes del lugar donde residía esta mujer, descripta como indigente, desnutrida y envejecida. Según relataron los propios vecinos, vivía en una pequeña ranchada cubierta con una lona en el barrio San Ramón, cerca del ex kilómetro 18 de la Ruta PY02, dependiendo de la ayuda de la comunidad para sobrevivir.

Enrique, del portal Capiatápress, explicó que “en la zona de la Ruta PY 02, así como también en la de la ex Ruta 1, se puede observar la presencia de varias mujeres con problemas de consumo que recorren las calles principales. Además, hay quienes son limpiaparabrisas, que están en las rutas principales”. Además, comentó que “los vecinos comentaron que hablaba muy bien el español, y que decía algunas cosas en guaraní, pero que evidenciaba problemas de salud mental”.
La mujer, conocida entre los vecinos como “Doña Eva”, obtuvo un documento de identidad recién el 21 de octubre, ya que antes estaba indocumentada y no podía acceder a prestaciones estatales. Según esa documentación, su nombre es Eva M., nacida el 3 de junio de 1955 en San Pedro del Paraná, departamento de Itapúa, Paraguay.

“Esos datos llegan así cada tanto y todo se comprueba, hasta lo más inverosímil”, afirmaron fuentes cercanas al caso a Infobae, mientras otros añadieron: “No me llevaría por una imagen de una persona en situación de calle y visiblemente avejentada, pero sí está claro que hay que darle intervención a las redes de fiscales de Trata por medio de la Protex”. Otras fuentes indicaron que “se están haciendo los trámites pertinentes a los fines de poder, en primer lugar, tomar contacto con el Ministerio Público Fiscal de Paraguay para que se puedan aunar esfuerzos y dar con el paradero de esa mujer y hacer las pruebas pertinentes”.

Trimarco y su entorno manejan la información con sumo cuidado, conscientes de que este tipo de pistas se presentan con frecuencia. “No es la primera vez ni la última, es todo el tiempo. En años anteriores, manifestaron que estaba enterrada en Córdoba, en La Pampa. Otra de las hipótesis es que, luego de presuntamente haberla matado a ella acá en Tucumán, la habrían descartado en algún cementerio. Hay que investigar todo, esa es la realidad”, señalaron.
La circulación de esta información en redes sociales paraguayas aún no ha sido confirmada. La Fundación María de los Ángeles precisó que esta semana comenzaron a recibir mensajes de distintos usuarios y llamadas al celular de Trimarco, acompañadas de imágenes que podrían corresponder a la mujer señalada. La madre de Marita reconoció el impacto emocional que le generó la noticia: “A mí me hace muy mal esto. He estado con un derrame en el ojo, subida la presión. Estoy muy afectada yo con esto. Con solo pensar en la situación en que supuestamente está mi hija…”.
La historia de Marita Verón comenzó el 3 de abril de 2002, cuando salió de su casa en San Miguel de Tucumán rumbo a la maternidad Nuestra Señora de las Mercedes para solicitar un turno médico, pero nunca regresó. Tras su desaparición, Trimarco denunció el hecho en la comisaría. Un día después, un testigo reveló que Marita había sido secuestrada en un Fiat Duna rojo con vidrios polarizados, vinculado a la remisería Cinco Estrellas, propiedad de la familia Alé.
Con el paso de las horas, los relatos de testigos permitieron reconstruir que Marita fue entregada a un proxeneta, quien la retuvo en su vivienda y luego la vendió por 2.500 pesos a una whiskería en La Rioja. Posteriormente, su paradero se volvió difuso: Trimarco logró establecer que la joven fue trasladada por distintas provincias argentinas —Córdoba, Santa Fe, Santa Cruz— e incluso a España.
A 23 años de su desaparición, el destino de Marita Verón continúa siendo un misterio, mientras cada nueva pista renueva la esperanza y la angustia de su madre y de quienes siguen buscando justicia.
