El pasado martes 10 de septiembre, durante la siesta, la Policía de Protección Ciudadana, en conjunto con personal de seguridad privada, sorprendió a tres menores de edad mientras intentaban sustraer un patito del lago San Miguel. Los adolescentes finalmente liberaron al animal cerca del Museo de Arte Indígena (MIA). Estos patitos, parte de una reciente camada de 10 nacidos en el lago, ya habían sufrido el robo de tres ejemplares el día anterior.
Luciano Chincarini, secretario de Servicios Públicos, expresó su preocupación por los robos de los patos, que ocurrieron durante el último fin de semana. Explicó que, debido al elevado número de visitantes en el parque durante esos días, resultó difícil para el personal de mantenimiento y seguridad del parque vigilar a los patitos recién nacidos, quienes solían dormir en una isla en medio del lago y salir a la orilla en busca de alimento. Fue en esos momentos de vulnerabilidad cuando las aves fueron capturadas por algunos visitantes irresponsables.
Chincarini subrayó la importancia de que los ciudadanos se comprometan con la protección de los espacios públicos y del entorno natural. Señaló que estos incidentes resaltan la necesidad urgente de generar una mayor conciencia colectiva respecto al cuidado de los recursos naturales del parque. La educación ambiental y la colaboración de la comunidad son clave para garantizar la preservación de estos espacios, añadió. «Solo con la participación activa de los vecinos, de todas las edades, podemos lograr que estos lugares sigan siendo accesibles y disfrutables para todos», enfatizó.
El funcionario también mencionó que, ante estos acontecimientos, se están considerando medidas adicionales para mejorar la seguridad en el parque. Entre las propuestas, se evalúa la instalación de barreras físicas, como rejas, en algunas áreas del lago y del parque, aunque recalcó que el objetivo principal es mejorar la seguridad sin limitar el acceso y disfrute de los ciudadanos. «Es un balance delicado, pero buscamos garantizar la seguridad de los animales y las personas sin hacer que el parque se sienta como una prisión», explicó.
El sistema de seguridad del lago ya incluye a la Policía de Protección Ciudadana, agentes de seguridad privada y el apoyo de la Policía de la Provincia, según indicó Chincarini. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la vigilancia sigue siendo un desafío en un espacio que atrae a tantos visitantes. «La gran cantidad de personas que acuden diariamente dificulta la tarea de monitorear cada rincón del parque», lamentó.
En cuanto al estado del lago San Miguel, Chincarini destacó que las condiciones del agua han mejorado considerablemente, gracias al esfuerzo continuo del personal de mantenimiento. El agua del lago proviene de napas subterráneas, lo que contribuye a su pureza. Además, el equipo encargado realiza limpiezas manuales periódicas para asegurar el equilibrio ecológico del lago. «La presencia de peces y aves en el lago es una señal de que el entorno está en proceso de recuperación», comentó. El secretario concluyó afirmando que el municipio sigue comprometido en mantener el espacio público en óptimas condiciones, tanto para la fauna como para los vecinos que disfrutan del lugar.