El Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán ha aprobado unánimemente la prohibición total de las bolsas plásticas de un solo uso en la ciudad, con una implementación que culminará el 1 de enero de 2026. Esta medida, promovida por la comisión de Hacienda y liderada por el oficialista Emiliano Vargas Aignasse (PJ), busca reducir el impacto ambiental negativo en la capital.
En una entrevista con el diario La Gaceta, Vargas Aignasse expresó su satisfacción por la aprobación de la ordenanza y detalló los motivos detrás de esta decisión. «Ayer se votó por unanimidad la eliminación total y definitiva de las bolsas plásticas para traslado. Estas bolsas, que se utilizan por solo unos 10 minutos, tardan aproximadamente 400 años en descomponerse, causando un daño ambiental significativo», señaló.
El concejal explicó que la nueva normativa pretende fomentar el uso de alternativas más sostenibles como bolsas de tela y papel. También mencionó la posibilidad de permitir en el futuro el uso de bolsas biodegradables, siempre y cuando se demuestre que no tienen un impacto ambiental negativo. «Lo que realmente queremos es que la sociedad adopte nuevamente el uso de bolsas de tela o papel, y que eventualmente se puedan utilizar bolsas biodegradables que se degraden rápidamente y sean seguras para el medio ambiente», aclaró.
Actualmente, la ordenanza vigente en San Miguel de Tucumán ya prohíbe la entrega y venta de bolsas plásticas, permitiendo únicamente las biodegradables. Sin embargo, la implementación de esta normativa ha enfrentado desafíos, especialmente en la verificación de la biodegradabilidad de las bolsas comercializadas. «Hoy en día, para verificar si una bolsa es realmente biodegradable, se necesita realizar un estudio detallado, lo que complica el control efectivo», afirmó Vargas Aignasse.
La industria del plástico tendrá un plazo de 18 meses para adaptarse a esta nueva regulación. Durante este tiempo, el municipio realizará controles rigurosos para asegurar el cumplimiento de la normativa. Las multas por incumplimiento oscilarán entre 500.000 y 800.000 pesos, y en casos de reincidencia, se procederá a la clausura del establecimiento por períodos de hasta 30 días.
Vargas Aignasse destacó que la reducción de plásticos es una tendencia global observada en América, Europa, Asia y África. En los últimos 14 años, las políticas públicas enfocadas en la reducción de plásticos, especialmente de bolsas de un solo uso, se han cuadruplicado. La experiencia internacional demuestra que la eliminación de bolsas plásticas puede reducir significativamente la contaminación, con reducciones que oscilan entre el 37% y el 50%. «Es crucial que todos trabajemos juntos para crear conciencia sobre la importancia de utilizar alternativas que no dañen el medio ambiente», concluyó.