En medio de las tensiones entre el Gobierno y los movimientos sociales por la distribución de alimentos a comedores, se produjo la salida del funcionario de la Secretaría de Niñez y Familia a cargo de la distribución de mercadería, Pablo Rodrigué. Rodrigué, un exfuncionario del gobierno de María Eugenia Vidal, aún no había sido oficializado en la gestión libertaria. Su partida sacude al área liderada por Pablo de la Torre, bajo la órbita de Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano.

La Ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, con su gabinete: el secretario de Niñez y Familia, Pablo De La Torre; el secretario de Educación, Carlos Torrendel; el secretario de Trabajo, Omar Yasin, y el Secretario de Cultura, Leonardo Cifelli
Rodrigué, quien estaba en la subsecretaría de Políticas Sociales, no pudo «sacar ni un camión», según una fuente familiarizada con la situación interna de la secretaría. Su salida se suma a la de Agustín Sánchez Sorondo, quien actuaba informalmente como director administrativo. La semana estuvo marcada por protestas de organizaciones sociales frente a supermercados en demanda de alimentos.
La secretaría de Niñez y Familia enfrenta una estructura inestable y flexible, con muchos funcionarios sin designación oficial. Se rumorea la salida de Pettovello desde los primeros días de gestión, y se mencionan fricciones internas con De la Torre. La falta de firmas de muchos funcionarios y la entrada y salida de colaboradores marcan la dinámica de la secretaría, que debe lidiar con los reclamos por la crisis alimentaria.
La falta de asistencia de la Nación a los comedores sociales, como parte del plan de ajuste ordenado por Milei, ha generado numerosas protestas y preocupación en la Iglesia y fuerzas políticas opositoras. En respuesta, el ministerio de Capital Humano renovó un acuerdo con Cáritas por más de 310 millones de pesos para la compra de alimentos, en línea con la entrega directa de fondos para debilitar a las organizaciones sociales.
La Iglesia agradeció el gesto, pero aclaró que no hay un «acuerdo exclusivo» con el Estado, destacando la importancia de integrar a todas las organizaciones que atienden a los más pobres. El obispo de Quilmes y director de Cáritas pidió que el Gobierno «recapacite» y señaló que solucionar el tema alimentario es el principal problema actual.
Además, Pettovello firmó convenios por 20.000 millones de pesos para la compra de cinco millones de unidades de alimentos con el PNUD y la OEI, asegurando que los procesos de compra se realicen bajo estándares de transparencia y rendición de cuentas.