El juicio contra el ex senador y ex gobernador de Tucumán, José Alperovich, se encuentra en su etapa final tras cuatro meses y varias audiencias. A partir del 3 de junio, comenzarán los alegatos, y aún está por verse si Alperovich optará por declarar, como había afirmado al inicio del proceso.
Desde la primera audiencia, Alperovich ha seguido el juicio desde Tucumán mediante videollamada. Este jueves, se espera el testimonio de ocho testigos, incluido su hijo Gabriel. Durante esta fase, el fiscal Sandro Abraldes solicitó la detención de tres testigos de la defensa por presunto falso testimonio.
Estos testigos son Manuel Frías, mozo de Alperovich durante la campaña electoral de 2017-2019, Víctor Hugo Decataldo, empresario de transportes y pareja de Sara, la hija de Alperovich, y David Cayatta, ex custodio y chofer del acusado. El juez Juan Ramos Padilla decidirá al final del juicio si les imputa el delito de falso testimonio, dado que se sospecha que mintieron para favorecer a Alperovich.
La denunciante, sobrina de Alperovich, trabajaba como su secretaria privada y tenía responsabilidades en su equipo de campaña. La acusación contra Alperovich incluye tres intentos de abuso sexual y seis de violencia sexual agravada por acceso carnal, ocurridos entre diciembre de 2017 y marzo de 2018 en diversas localidades, incluido un departamento en Puerto Madero.
La defensa de Alperovich ha intentado desacreditar a la denunciante presentándola como una profesional eficiente y sugiriendo que su relación con David Mizrah, concejal de Tucumán, era violenta. También han insinuado que la denuncia forma parte de una «operación política» orquestada por Carlos Cisneros, adversario político de Alperovich.
Los representantes de la querella, Pablo Rovatti y Carolina Cymerman, han presentado mensajes y chats que sugieren que los testigos intentaron disuadir a la denunciante de hacer la denuncia. Entre estos mensajes, se destacan los enviados por Cayatta, quien mostró preocupación por los rumores de la denuncia. Otros allegados a Alperovich también intentaron persuadir a la víctima de no proceder con la denuncia, incluso mencionando el caso de Paulina Lebbos, una joven asesinada en 2006, cuyo crimen sigue impune y está asociado a la impunidad en Tucumán.
El caso de Paulina Lebbos, emblemático en Tucumán, ha sido mencionado en el juicio debido a las sospechas de encubrimiento por parte del poder político, incluyendo a funcionarios relacionados con Alperovich. En el juicio actual, se han cuestionado las declaraciones de varios testigos, incluido Decataldo, quien no pudo justificar ciertos mensajes enviados a la víctima. El fiscal ha pedido su detención inmediata por falso testimonio.
Finalmente, quedan al menos dos audiencias antes de los alegatos. Este jueves, declararán varios testigos, entre ellos María Transito Urueña Russo y Juan Luis Laino, convocados por la fiscalía, y otros convocados por la defensa, como Ricardo Oscar Valdivia y varios policías de la División de Análisis de Inteligencia Informática. El juez Ramos Padilla deberá decidir el destino de Alperovich y de los acusados de falso testimonio.
