Una denuncia que despertó gran indignación en Tucumán puso en el centro del debate la posibilidad de cobros abusivos en taxis. El hecho salió a la luz luego de que Rocío compartiera en redes sociales que a su madre le quisieron cobrar cerca de $30.000 por un viaje de apenas 8 kilómetros, un trayecto que habitualmente cuesta entre $7.500 y $8.000 en taxi, o entre $4.200 y $5.000 si se recurre a aplicaciones de transporte como Uber. La publicación fue difundida por el periodista Jesús Hoyos en su página de Facebook, generando repercusión inmediata.
Según relató la joven, el viaje de su madre suele realizarse desde la Terminal de Ómnibus hacia Barrio Belgrano, y en esta ocasión la cifra que marcaba el taxímetro sorprendió a todos por su desproporción. Al momento de cuestionar el precio, el conductor se limitó a decir que él “solo es el conductor” y que la tarifa oficial había subido a $1.700 por ficha. No obstante, el monto que indicaba el reloj no coincidía con la tarifa que reclamaba, lo que despertó sospechas de un posible uso de relojes manipulados, una práctica que Rocío denunció expresamente. Finalmente, tras el reclamo, el chofer cobró $14.000, cifra que todavía duplicaba con creces lo habitual por ese recorrido.
Rocío acompañó su denuncia con la foto de la licencia del vehículo y criticó la maniobra de algunos choferes que alterarían los relojes, mientras que, según comentó, muchos conductores atribuyen la baja de viajes a la competencia de las aplicaciones de transporte.
Hasta el momento, no se confirmó si la familia realizará una denuncia formal ante las autoridades ni si el área municipal de Transporte llevará adelante una inspección del taxímetro, procedimiento que corresponde en casos donde se sospecha de irregularidades en la facturación. Este episodio reaviva el debate sobre la transparencia y el control de tarifas en el servicio de taxis en la ciudad.
