Luego de la clasificación de Fluminense a la final, esta noche se conoció al segundo finalista de la actual edición de la Copa Libertadores 2023: Boca. De esta manera, el escenario quedó planteado para lo que será el encuentro decisivo que definirá al campeón y acreedor de un boleto para disputar el Mundial de Clubes, en diciembre, en Arabia Saudita. Desde hace rato se sabe que el escenario elegido para el match definitorio será el mítico Maracaná de Río de Janeiro, así como también que el día de la coronación será el próximo sábado 4 de noviembre.
Pero hay muchos otros detalles que también están confirmados de cara a una de las citas más esperadas del año a nivel sudamericano. Por ejemplo, la Conmebol ya anunció cómo será la venta de entradas para la final: la primera etapa se inició el 12 de septiembre pasado y se pueden adquirir a través de las plataformas oficiales (libertadores.eleventickets.com). El máximo de compra por usuario es de cinco tickets (el usuario más cuatro personas) y serán nominadas. Los hinchas también tendrán la oportunidad de comprar paquetes completos con: vuelos, acomodación y entradas ofrecidos por los paquetes oficiales de la Conmebol.
Los precios de los tickets oscilan entre los USD 50 (o sea, unos 18.000 pesos según la cotización del Banco Central), categoría exclusiva para los dos equipos finalistas, y los USD 250 (unos 91.000 pesos), la primera categoría. En tanto, ya adelantaron que los dos clubes participantes dispondrán de al menos 20 mil lugares para vender entre sus socios.
Hay que recordar que según lo dispuesto en el reglamento de Conmebol, en caso de igualdad de goles al término del partido final, se recurrirá a un alargue de 30 minutos dividido en dos períodos de 15 minutos cada uno. Si al término de este alargue de 30 minutos suplementarios persistiera la paridad, se definirá al ganador por definición de tiros desde el punto de penal. Esta es la única ronda en la que se apela a dos tiempos extras, ya que en las anteriores eliminatorias hay penales directo.
Otra de las particularidades del choque final es que Fluminense, a pesar de ser proveniente de Río de Janeiro, ciudad que albergará el encuentro, va a ser visitante según los protocolos dispuestos por Conmebol. Esto se debe a que el conjunto carioca culminó por debajo de la línea de Boca en la etapa clasificatoria de octavos de final y es por eso que, en cuestión de protocolos, presentación y responsabilidades pertinentes, el anfitrión será el cuadro argentino. “El equipo con mejor desempeño (menor numeración en el ordenamiento del 1 al 16 luego del sorteo de los OCTAVOS DE FINAL) será el equipo A para el partido final”, reza el reglamento.
A diferencia de las fases anteriores, no se permitirán realizar cambios en las respectivas listas de buena fe de los clubes finalistas. Es decir que los equipos tendrán que afrontar el choque del 4 de noviembre con la plantilla disponible. Otra peculiaridad en el cotejo cúlmine es que aumentarán las multas económicas por las infracciones de los jugadores: las instituciones serán penadas con 2.000 dólares por cada amarilla recibida y con 4.000 dólares por cada expulsión. Boca no podrá contar con Marcos Rojo en la final (expulsado ante Palmeiras), pero sí con Luis Advíncula y Pol Fernández, que estaban al límite de amonestaciones.
