El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, enfrentó una crisis policial iniciada por un conflicto salarial que afecta a distintas ramas de trabajadores estatales debido al recorte de fondos impuesto por Javier Milei. Tras la amenaza de tomar la gobernación por parte de retirados, penitenciarios y familiares de policías, se logró un acuerdo que incluye un aumento del 30% en los sueldos, una suma fija de 30,000 pesos y la formación de una comisión para revisar cuestiones específicas.
La crisis refleja los efectos del estrangulamiento económico a las provincias por parte del gobierno nacional. Algunas provincias dependen más de los fondos nacionales que otras, y la situación se agrava con recortes en áreas como transporte y salud. En Chubut, el juez federal ordenó al gobierno restituir el dinero del Fondo Compensador del Transporte, destacando la insustentabilidad del sistema de transporte y la necesidad de evitar decisiones intempestivas.
En medio de esta crisis, Jalil estaba de visita en Misiones, lo que dificultó las negociaciones. Sin embargo, tras el ingreso de retirados y familiares de policías al predio de la Casa de Gobierno, se acordó una reunión para el lunes. Ante la decisión de los representantes de los policías de acampar, Jalil decidió adelantar la negociación y se logró el acuerdo mencionado.
A pesar de que ambas partes parecen estar satisfechas y la crisis se superó, este tipo de conflictos podrían repetirse en otras provincias y áreas del gobierno provincial. Muchos gremios enfrentan aumentos salariales insuficientes frente a una inflación creciente, lo que genera un escenario de conflictividad social difícil de resolver.