Después de haber sido agredido física y verbalmente a la salida de la Villa Olímpica por la barra brava de Vélez en la noche del domingo y relatar lo sucedido al mediodía de este lunes, Gianluca Prestianni fue amenazado de muerte al igual que su familia. «Tengo mucho miedo», reconoció el delantero y pidió ser transferido en este mercado de pases.
Tras las agresiones sufridas por el grupo violento de Vélez, el delantero juvenil contó en F90 cómo fue la situación que vivieron: “Nos cruzaron cinco o seis autos y nos golpearon. Cuando bajé la ventanilla me insultaron y me pegaron”. Además, el integrante de la Selección Sub-17 reconoció que era habitual ver a los integrantes de la barra en el predio y que el plantel se sentía «apretado».
Prestianni, quien debutó en Primera en el 2022 y no tardó en marcar la diferencia, afirmó: “Soy hincha de Vélez y quería quedarme, pero lo que pasó ayer fue muy feo y tanto yo como mi familia tenemos mucho miedo”. Y cerró, con la voz quebrada: «Esta vez fue una advertencia, nos amenazaron y golpearon, pero la próxima no sabemos que va a pasar».
Lo peor sucedió luego de la entrevista: tanto el futbolista de 17 años como su círculo cercano fueron amenazados de muerte y no pueden salir de su casa. A esta hora, su padre está realizando la denuncia en una comisaría y el futuro del atacante parece estar muy lejos de Liniers, ya que pidió irse en medio de este clima de tensión.
La barra de Vélez amenazó a los jugadores
El grupo de violentos que ingresó a la Villa Olímpica por la fuerza agredió a Prestianni, así como también a otros jóvenes futbolistas del plantel. El delantero de 17 años se retiró muy afectado por el hecho y pasó la noche muy asustado y en llanto. Todo eso derivó en que se comunique con la dirigencia del club de Liniers, les informe que tenía miedo de ir a entrenar y les solicite ser transferido.
Ese llamado no fue el único modo mediante el cual Prestianni manifestó su bronca con la situación. Poco después de que se conozca del hecho, el futbolista publicó un tweet -que rápidamente borró- con un mensaje más que elocuente: «Así estamos. Esos son los barras, que le pegan a los pibes«.