Un reciente corte en el servicio de distribución de agua en un extenso sector de Yerba Buena reveló un delito inusual en la historia reciente de la provincia: un productor agrícola está siendo investigado por la Justicia por robar agua y almacenarla en una laguna artificial para regar sus campos.
El lunes, técnicos de la Sociedad Aguas de Tucumán (SAT) descubrieron que un importante número de residentes en esa ciudad se había quedado sin suministro de agua. Tras identificar la zona afectada, realizaron una inspección en la cisterna de Lomas de Imbaud, uno de los principales depósitos de agua en Yerba Buena, y determinaron que estaba casi completamente vacía.
Ante esta situación, las autoridades de la SAT ordenaron una investigación para descubrir la causa de la falta de agua. Inicialmente, sospechaban que un problema técnico podría estar impidiendo que el líquido llegara a la cisterna. Los operarios siguieron el trayecto del agua hasta el punto de captación en Las Piedras, donde encontraron una conexión clandestina que desviaba el agua.
Siguiendo las cañerías ilegales, el personal de la SAT descubrió una laguna artificial construida varios kilómetros después del punto de captación, con un área de aproximadamente 10.000 metros cuadrados, equivalente al tamaño de una manzana urbana. Este reservorio de agua estaba rodeado por una cerca electrificada y contaba con una casilla, aparentemente destinada a un sereno.
La investigación reveló que el responsable de esta infraestructura ilegal habría estado utilizando el agua para regar sus cultivos. Al obtener esta información, las autoridades consultaron con la Dirección de Recursos Hídricos para verificar si el sospechoso, cuyo nombre no se ha revelado por razones legales, tenía permiso para extraer agua del río Muerto. Al confirmar que la conexión era ilegal, procedieron a denunciar el caso ante la Justicia.
El fiscal Carlos Saltor asumió el caso y ordenó una inspección que corroboró los hallazgos de la SAT. Según fuentes policiales y judiciales, el sospechoso había llevado a cabo una importante obra de infraestructura para desviar y almacenar el agua de forma ilegal. Aunque aún no se ha determinado cuánto tiempo llevaba ejecutando esta maniobra, se estima que podría haber sido durante varios años.
Marcelo Caponio, titular de la SAT, expresó su descontento al respecto: “Existen muchas prácticas ilícitas que algunos tucumanos han estado realizando, pero bajo las instrucciones del gobernador Osvaldo Jaldo, hemos decidido poner fin a estas actividades”. Además, Caponio subrayó la gravedad del caso, señalando que “lo más preocupante es que ni siquiera se considera el daño que se le hace a la comunidad. Por eso decidimos denunciar el hecho y apoyar a la Justicia en su proceso”.
El funcionario también destacó que este delito ocurre en un contexto delicado: “En medio de una sequía grave que afecta a todo el país, nos encontramos con una persona que se apropia del agua para regar sus campos, dejando sin servicio a miles de usuarios en Yerba Buena. No es un asunto menor, es una práctica que algunas personas han adoptado durante años. Ahora deberán responder ante la Justicia por sus acciones”, concluyó Caponio, visiblemente molesto.
