Una mujer se encadenó en tribunales para exigir el inicio de un juicio por abuso infantil | «Ya no sé qué hacer»

Nadia, la madre de una niña de 12 años que fue abusada por su propio abuelo en 2019 se encadenó a tribunales el lunes para exigir que se dé inicio al juicio previsto para este martes. Sin embargo, fue suspendido por cuarta vez consecutiva. El 31 de agosto fue la primera fecha que la justicia indicó para que inicien las audiencias. Ese día al igual que ocurrió este martes, horas antes de lo pautado, el acusado solicitó internación por su estado de salud. Se fijó como nueva fecha el próximo martes 11 de octubre.

El acusado tiene cáncer de próstata desde hace 19 años. «Es perverso y usa su enfermedad como le conviene, no va a los juicios, pero esa enfermedad no le impidió abusar de mi hija. Nadie pone en tela de juicio su enfermedad, pero la está usando para no llegar al juicio. Ya no sé qué hacer. Denuncié, esperé, pedí bien y me encadené, hice de todo. Siento que la justicia nos está abandonando», detalló en diálogo con eltucumano.com.

Nadia comenta que antes de la suspensión este martes se realizó un debate para decidir qué hacer ante la situación. «Se lo prioriza a él. En todo el debate se habló de la salud de él, si estaba o no en condiciones. En ningún momento preguntaron por la víctima. Cómo está la nena, qué piensa, qué siente, cómo está viviendo este proceso», reclamó y añadió que la espera del juicio se tornó en una experiencia traumática para su hija.

«Todas las semanas viviendo esta instancia. Desde el 31 de agosto. Nos preparamos, no dormimos la noche anterior. Nos genera mucho malestar, se pasó llorando toda la noche, con mucho miedo y pesadillas. No sé cómo volver a mi casa y decirle que se volvió a suspender», reclama.

«Hoy fui a las 8 de la mañana a tribunales y el juicio era a las 14hs. A las 11.30 avisaron que estaba internado. Se trajo a la médica forneces, vimos si se pedía prisión preventiva hasta que se presente porque sabemos que son estrategias dilatorias. Como estaba internando no le podían dar prisión. Cada vez que se acerca la fecha de juicio, se hace internar, lo maneja así. Si no, esta perfecto y hace su vida normal», señaló.

Nadia forma parte de la agrupación Pañuelos Amarillos, que acompaña a las familias de niños que sufrieron abusos en el proceso judicial y emocional. En declaraciones previas en este diario, Nadia había manifestado que cuando se acercó a la organización, le explicaron cómo era el proceso. «Me dijeron que los abusos intrafamiliares son más comunes de lo que una cree. Conocí a las chicas, escuché muchas historias. Una siente un dolor tan grande, y cuando hablas el mismo idioma con otros, es el mismo dolor y la misma sed de justicia.  A mi hija la ayudó mucho también. La primer que fue en vacaciones, la marcha fue conmigo. Colgaba las cintas, los banderines y los globos. La ayudó escuchar a otras mamas. Y no se sintió mal, sino contenida. El abusador era su abuelo, pero en otros casos eran los papás y los tíos», relata./Eltucumano