El presentador Marley fue denunciado ante la Justicia por presunta corrupción de menores, y se hizo público el documento que incluye las declaraciones de la supuesta víctima. En un informe para América Noticias (América TV), el periodista Mariano Yezze brindó detalles sobre el caso y señaló: «Se presentó en la ciudad de Buenos Aires una denuncia contra el conductor Alejandro Wiebe, conocido como Marley, por el supuesto delito de corrupción de menores. La persona afectada es Adrián Alfredo Molina, quien reside en Miami y viajó a la Argentina para formalizar la denuncia ante la Justicia».
Durante el programa, el periodista leyó partes del testimonio del denunciante, quien aseguró haber tenido una relación con Marley cuando tenía 17 años. Según Molina, «a mediados de los años 90′, mi padre compró una computadora que me permitió explorar el mundo de las páginas web. A principios de 1996, cuando tenía 17 años, conocí a una persona a través de correo electrónico que ocultaba su identidad utilizando un alias y me decía que se parecía al actor Hugh Grant».
Molina continuó explicando que mantuvieron comunicación durante varios meses únicamente por correo electrónico, desarrollando una relación amistosa. «Me preguntaba sobre mi vida y mi familia, a tal punto que le confié cosas que no había compartido con nadie más», relató. Además, comentó que en ese momento aún no tenía clara su orientación sexual y que la persona con la que hablaba era casi 10 años mayor que él. «Por un tiempo logró ganarse mi amistad, y me enviaba correos electrónicos todos los días, incluso cuando estaba de viaje».
Eventualmente, la relación pasó del ámbito virtual al físico cuando acordaron encontrarse en Palermo. Molina describió que «nos conocimos en una esquina de Palermo, y para entonces él ya se había convertido en alguien de confianza, la única persona que sabía todo sobre mi vida». Durante ese primer encuentro, Marley lo llevó en su automóvil a su casa en la zona norte de la ciudad.
El denunciante detalló que durante el trayecto Marley intentó tomarle la mano, pero él lo rechazó. Ya en la casa, el conductor trató de seducirlo e intentó tener relaciones sexuales, lo que le provocó vergüenza y culpa por haberse negado. Sin embargo, según Molina, la relación continuó: «Nos comunicábamos a diario por chat, y me hacía sentir culpable por haberlo rechazado. Me decía que quería tener relaciones sexuales conmigo y que no debía contarle nada a nadie». La manipulación y su propia inseguridad llevaron a Molina a ceder, iniciando una relación sexual con Marley que se prolongó durante más de tres años.
Molina también señaló que con el tiempo comprendió que la relación se limitaba a encuentros sexuales en la casa del conductor, salvo por un par de viajes fuera de Buenos Aires. «Incluso, cuando estábamos en su casa, me prohibía acercarme a la cocina en la planta baja para evitar que una vecina nos viera, y si íbamos a la piscina, siempre nos manteníamos alejados para no ser observados».
Además, el denunciante afirmó que Marley lo obligó a consumir drogas en una ocasión. «Alejandro me puso una sustancia llamada popper en la nariz mientras me convencía de tener sexo en el jacuzzi. Me desmayé…», finalizó Molina en su declaración ante la Justicia.