El jueves 6, alrededor de las 19 horas, después de que se filtrara información sobre una reunión interna en un galpón de la empresa de grúas “Azul Emergencias”, al menos 17 personas relacionadas con el sindicato Camioneros llegaron a una de las plantas de la empresa, ubicada en Lamadrid al 1800 en la capital provincial. Llegaron en vehículos, incluyendo una camioneta Volkswagen Amarok.
«Alcanzamos a cerrar las puertas del portón y no nos dejaron salir; nos gritaban, nos cortaban la luz, no veíamos nada. Teníamos miedo de que se metieran porque eran muchos y los trabajadores de la empresa son jovencitos. También estaba mi papá, de 65 años, y una mujer», relató Jorge Zuccarelli, dueño de la empresa.
El motivo de la reunión era discutir sobre unos “actos violentos” que ocurrieron hace dos días. La empresa denunció penalmente lo sucedido y se difundieron videos de lo que pasó.
Según contó, un empleado fue rodeado por tres autos en la calle Lavalle y Colón, con unas 14 personas adentro. El empleado se bajó del “remolque” al verlos y los extraños le pincharon las ruedas. El operario tuvo que refugiarse en una gasolinera, informó el periodista Oscar Salvatierra.
«No se puede exponer a la gente y encima trabajar con miedo, por eso, hicimos la reunión», expresó Zuccarelli. «La empresa ofrece servicios tercerizados, trabaja la familia y otros choferes en 10 grúas, bajo contrato de locación por km y servicio, ya que trabajamos 24 horas cuando se necesita; no se puede obligar a los empleados a cumplir horarios y afiliarse. Además, siempre hay seis grúas funcionando y otras descompuestas. No entendemos porqué se ensañan con nosotros, somos una PyME familiar», agregó.
«La empresa tiene 23 años, comenzamos en 2000 con mi papá y dos camiones viejos; nunca conocí a nadie del sindicato. Estamos pagando el crédito por seis grúas, tomamos deuda, necesitamos trabajar para mantener la empresa, a los empleados y pagar las herramientas de trabajo», acotó.
«Recibimos mucho apoyo de la gente. Eso nos emociona, porque cuando nosotros vinimos de Mendoza a esta provincia comenzamos de abajo. Los vecinos saben quiénes somos, siempre nos vieron trabajando”, subrrayó.
La respuesta de Camioneros
el secretario general del gremio, César Torres, rechazó la imputación y señaló que Camioneros llevaba adelante un reclamo porque el dueño de la empresa de grúas incumplía con normas laborales.
“La empresa comete un fraude enorme con los trabajadores. Se trata de uno de los fraudes laborales más grande de Argentina: tomar empleados bajo el régimen de monotributista”, comenzó diciendo el gremialista.
“El personal cobra $130.000 y tiene que pagar con ello Ingresos Brutos (IIBB) y otras obligaciones que contempla esta figura contractual. Tiene un gasto de $20.000 mensual. Ahora, cuando el empleado le reclama la devolución del dinero gastado, lo termina despidiendo. Después, queda con una deuda en Rentas, AFIP y en todos lados”, señaló.
Torres hizo hincapié en que el personal “no puede ser monotributista para manejar un camión”, al hacer referencia a este caso.
“Anoche fuimos a hablar con los trabajadores, pero el dueño reaccionó y no tuvimos respuestas. Estuvimos con (un agente) de la Secretaría de Trabajo. (Antes) el empresario me había contactado a través de otro colega para reunirse conmigo, pero el encuentro nunca se concretó (…) Lo peor de todo es que prendía que le dijera un monto para poder trabajar tranquilo; me quería coimear”, dijo.
Y prosiguió: “Está confundido. A mí no me va a coimear. Tengo 20 años dentro del sindicato Camioneros y hemos logrado cambiar la imagen de la organización frente al trabajador. Además, fui elegido tres veces como secretario general, algo histórico en Tucumán. Le dije que a mí no me iba a comprar nadie y que regularizara a los compañeros, como corresponde”.
Torres cuestionó que la empresa “tenía unos 14 camiones entre modelos 2020 y 2023, pero no tenía plata para pagar como corresponde”. “Explota al trabajador con18 horas laborales por día y $ 130.000 de salario, pero después quiere denunciar que el sindicato lo aprieta. Primero, tiene que cumplir con las normas”, añadió.
El dirigente aseguró que el personal se había acercado al sindicato porque quería «regularizar» la situación contractual. “Uno de los dueños dijo que había hablado con varias empresas, nombrando a firmas importantes de la provincia, y que estas tenían también personal bajo el régimen de monotributista. Mintió”, indicó.
“El monotributo social es el fraude laboral más grande que existe en Argentina. Fuimos con la Secretaría de Trabajo, pero no dejaron entrar al funcionario. Eso demuestra que no tienen predisposición para solucionar el problema”, finalizó./Fuente: La Gaceta
