En la localidad bonaerense de Merlo se produjo un escándalo que rápidamente se viralizó debido a su singular origen y a la violencia que lo caracterizó. Dos mujeres protagonizaron una feroz pelea que, según trascendió, tuvo como desencadenante una disputa sentimental por el mismo hombre. El conflicto estalló cuando ambas descubrieron que estaban vinculadas sentimentalmente con un mismo sujeto, quien trabaja como chofer en la línea de colectivos 216.
La situación, que comenzó a gestarse dentro de una unidad de transporte de la mencionada línea, habría salido de control cuando las mujeres se encontraron cara a cara en el interior del colectivo. La tensión creció rápidamente frente a la mirada atónita de los pasajeros, quienes fueron testigos del inicio de la confrontación. Según reportó el portal Noticias Merlo, en ese primer momento las mujeres se enfrentaron verbalmente, lanzándose insultos y gritos mientras recorrían parte del trayecto.
Sin embargo, el altercado no se limitó al interior del colectivo. Al llegar a la terminal ubicada en el Barrio Nuevo, las mujeres descendieron del vehículo y continuaron con la pelea. Esta vez, el conflicto subió considerablemente de tono y pasó del plano verbal al físico. Varios testigos presenciaron cómo ambas comenzaron a golpearse sin contemplaciones.
Uno de los presentes logró captar en video el momento más violento del enfrentamiento: en las imágenes se puede observar cómo, en medio de empujones, una de las mujeres logra derribar a la otra, quien cae al suelo. En un giro aún más crudo, la agresora comienza a arrastrarla por el cabello, mientras la víctima intenta zafarse sin éxito. La secuencia termina cuando una de ellas recibe un golpe contundente que la deja inmovilizada en el suelo, sin capacidad de continuar la pelea.
Si bien agentes de la policía se hicieron presentes en el lugar poco después del hecho, lo cierto es que no se labraron denuncias formales por parte de ninguna de las involucradas. Tampoco se procedió a la detención de ninguna de ellas. La trifulca, aunque escandalosa y pública, no tuvo consecuencias judiciales inmediatas, pero generó repercusiones tanto en el ámbito vecinal como en las redes sociales, donde el video del enfrentamiento circuló ampliamente.