Lisandro Fontana, un joven de solo 14 años, ya tiene la mira puesta en grandes metas deportivas. A fines de junio, en Santa Cruz de la Sierra, demostró su talento al ganar la medalla de oro en el Campeonato Sudamericano en la categoría 70kg Cadetes (14-15 años), marcando así su debut internacional en esta categoría. Sin embargo, este éxito no fue una sorpresa total, ya que previamente había obtenido el bronce en el Panamericano U14 el año anterior, consolidándose como una figura destacada en su categoría a nivel nacional.
Su trayectoria en el karate comenzó hace una década, cuando a los cuatro años inició sus entrenamientos en la Federación Tucumana de Karate. Desde entonces, ha sido un apasionado del deporte, encontrando en él una combinación única de socialización, disciplina y mejora personal. Además de sus éxitos competitivos, ha tenido la oportunidad de explorar diferentes culturas a través de sus viajes internacionales, como a Santiago de Chile y recientemente a Bolivia gracias a las competiciones.
El apoyo de Gonzalo Navarro, un referente nacional en karate, ha sido fundamental en su desarrollo. Comenzando a entrenar con él y con karatekas más experimentados en 2022, Lisandro ha visto un notable progreso en sus habilidades, lo que le ha permitido destacarse aún más en el ámbito competitivo.
Mirando hacia el futuro, Lisandro tiene claro que su próxima meta es el Panamericano en San Pablo, Brasil, seguido por la posibilidad de clasificarse para el Mundial Juvenil en Venecia. Sueña con representar a Argentina en estos eventos internacionales y, eventualmente, llegar a los Juegos Olímpicos de la Juventud en Dakar 2026, donde podría participar con tan solo 16 años.
Aunque su futuro académico aún no está definido, su compromiso con el karate es innegable. Para Lisandro, este deporte no es solo una pasión deportiva, sino un estilo de vida que planea seguir mientras sea posible. Con una mentalidad centrada en el crecimiento personal y el éxito deportivo, Lisandro Fontana continúa persiguiendo sus sueños con determinación y optimismo.
Foto de Antonio Ferroni/La Gaceta