Atlético Tucumán tomó la decisión de finalizar el ciclo de Lucas Pusineri al frente del plantel profesional, poniendo fin a una etapa que se había iniciado en febrero de este año. La derrota sufrida ante San Lorenzo, sumada a la profunda crisis institucional que atraviesa la entidad, fueron factores clave que motivaron la salida del entrenador.
Mientras la dirigencia trabaja en la búsqueda de un reemplazo permanente, Hugo Colace, quien actualmente dirige la Reserva, asumirá de manera interina y estará a cargo del equipo durante los próximos compromisos oficiales.
El despido de Pusineri se produce en un contexto complicado: el club arrastra una serie de resultados negativos y enfrenta un conflicto interno creciente entre los jugadores y la dirigencia, principalmente por la falta de pago de premios. Esta situación generó tensión en el vestuario y un notable descontento entre los aficionados.
El presidente Mario Leito admitió públicamente la existencia de la deuda con el plantel, aclarando que se trata de un “problema financiero” y no económico; sin embargo, esta explicación no ha logrado calmar los ánimos. La falta de resultados deportivos y la paciencia limitada de los hinchas intensifican el malestar general.
La salida de Pusineri cierra un ciclo que había comenzado con altas expectativas, pero que terminó marcado por reclamos, frustración y un descontento que se manifestó tanto dentro del club como entre la afición.
