Atlético Tucumán arrancó el partido con una intensidad arrolladora, sin dar respiro a su rival. Desde el primer instante, impuso un ritmo vertiginoso, generando un tiro de esquina en los primeros segundos de juego. Apenas se cumplió el minuto inicial, Damián Martínez desbordó por la banda y envió un preciso centro al área. En ese momento, Leandro Díaz, apodado «El Loco de Villa Amalia», mostró toda su determinación al anticiparse a la defensa y conectar el balón para marcar la primera conquista del encuentro.
Sin embargo, la jugada fue revisada por el VAR, que analizó detenidamente la posición de Martínez en el inicio de la acción. Mientras se aguardaba la decisión, Díaz permaneció tranquilo, convencido de que su tanto sería validado. Y así fue: el gol se confirmó, convirtiéndose en su primera anotación oficial en su regreso al equipo tucumano.
Lejos de conformarse, Atlético Tucumán mantuvo la intensidad y el dominio del juego. Con un despliegue físico notable, ganó cada disputa por la pelota y se adueñó de los rebotes. La ofensiva siguió generando peligro constante en el área rival, con Leandro Díaz cerca de ampliar la ventaja. Por su parte, el experimentado arquero Carlos Acosta exhibió un nivel sobresaliente, lo que le valió una ovación por parte de los hinchas cuando transcurrían apenas ocho minutos de juego.
La superioridad del equipo dirigido por Lucas Pusineri quedó aún más evidenciada a la media hora del primer tiempo. En una jugada llena de rebotes dentro del área de Sarmiento, «El Bebe» tuvo una oportunidad clara de marcar el segundo tanto, pero su disparo fue desviado. Sin embargo, Mateo Coronel reaccionó rápidamente, aprovechó el balón suelto y, con una maniobra individual, dejó fuera de acción a la defensa rival antes de definir con precisión para estampar el 2-0 en el marcador.
A pesar de la diferencia en el resultado, la ofensiva del equipo tucumano siguió insistiendo en busca de más goles. En un nuevo intento, Leandro Díaz parecía haber conseguido el tercer tanto, pero el VAR intervino nuevamente, anulando la conquista debido a una posición dudosa del delantero, generando controversia entre los jugadores y el cuerpo técnico.
No obstante, Atlético Tucumán no bajó la intensidad y continuó con la misma mentalidad agresiva. Finalmente, el tercer gol llegó antes del cierre de la primera mitad. En una acción que parecía otorgarle un doblete a Mateo Coronel, la decisión arbitral terminó registrando el tanto en contra de un defensor de Sarmiento.
Con una actuación impecable en la primera parte, el conjunto dirigido por Pusineri dejó en claro que no tenía intenciones de ceder terreno y que su dominio en el campo de juego era absoluto.
