La última semana en Atlético estuvo marcada por la incertidumbre y la inestabilidad. Cada jornada traía consigo una versión distinta sobre el futuro del equipo, con certezas que parecían sólidas durante unas horas, pero que luego se desmoronaban ante nuevas reuniones y discusiones destinadas a recomponer una situación que parecía irreparable. Sin embargo, el desenlace fue el que muchos habían anticipado desde hace tiempo: Lucas Pusineri dejará de ser el entrenador del “Decano”.
Tras múltiples conversaciones entre el cuerpo técnico y la dirigencia, liderada por Mario Leito, el entrenador logró alcanzar un acuerdo económico para finalizar su segundo ciclo al frente del club. La confirmación oficial se dio luego de un día de silencio interno, en el que todas las señales apuntaban hacia la misma conclusión. La partida de Pusineri representa el fin de un proceso que nunca llegó a consolidarse. Su segundo período al mando del equipo, iniciado en febrero de este año, abarcó 28 partidos, con un balance de 10 victorias, 4 empates y 14 derrotas, lo que arroja una efectividad del 40%. Sin embargo, más allá de las estadísticas, el problema principal fue la irregularidad: Atlético nunca consiguió establecer una identidad de juego consistente ni mantener una racha que le permitiera afirmarse en la zona de playoffs.
El contexto alrededor del club tampoco favoreció la estabilidad. Durante las últimas semanas, el “Decano” vivió conflictos internos que tensionaron la convivencia: desde la deuda por premios con el plantel hasta la filtración de reclamos públicos, que derivaron en un comunicado de los futbolistas en el que criticaron la falta de respuesta de la dirigencia. “La relación entre los distintos estamentos del club se tensó al máximo y, en medio de ese fuego cruzado, Pusineri terminó siendo una figura desgastada”, señalaron fuentes cercanas al club. El detonante definitivo fue la derrota ante San Lorenzo, combinada con la decisión del plantel de no concentrar y el malestar de los hinchas. A pesar de que Leito había declarado días antes que el entrenador seguiría en su cargo, la realidad terminó imponiéndose y se hizo inevitable su salida.
Con la partida de Pusineri confirmada, la dirigencia decidió mirar hacia adentro del club para encontrar un reemplazo interino. Hugo Colace, quien hasta el día anterior se desempeñaba como entrenador de la Reserva, fue el elegido para asumir al frente del plantel profesional. El exmediocampista, de extensa trayectoria internacional, cuenta con un amplio reconocimiento dentro de la institución gracias a su labor formativa y su perfil equilibrado. Colace llega con un respaldo sólido: bajo su conducción, la Reserva clasificó a los playoffs tanto en el Apertura como en el Clausura, un logro sin precedentes en la historia del club. Según los registros de @DataAtléticoT, durante el año dirigió 31 partidos, sumando 11 victorias, 10 empates y 10 derrotas. Más allá de los números, su labor fue destacada por la capacidad de potenciar a los juveniles y mantener un grupo competitivo.
El nuevo cuerpo técnico estará compuesto por el italiano Riccardo Pellegrino como asistente principal, mientras que Cristian Mustafá y Claudio Pérez asumirán como preparadores físicos. De este modo, Andrés Jemio continuará al frente del proyecto de la Reserva y viajará con el plantel juvenil a Buenos Aires para enfrentar la próxima fecha del torneo ante Lanús. Colace asumirá formalmente este lunes por la mañana, cuando dirija su primera práctica con el plantel profesional en el complejo “José Salmoiraghi”. Desde la dirigencia esperan que el nuevo entrenador pueda recomponer el clima interno y devolver la calma a un vestuario golpeado, marcando un nuevo comienzo tras un ciclo que cerró de manera turbulenta.