Boca se impuso 2-0 ante River y aseguró su lugar en la Copa Libertadores 2026

Boca Juniors se quedó con una nueva y vibrante edición del Superclásico al derrotar a River Plate por 2 a 0 este domingo en La Bombonera, en el marco de la fecha 15 del Torneo Clausura. Con este resultado, el conjunto xeneize no solo festejó una victoria ante su eterno rival, sino que también consiguió el tan esperado pase a la Copa Libertadores 2026 a través de la Tabla Anual. En contrapartida, la derrota dejó a River en una posición complicada, poniendo en riesgo su clasificación internacional.

El encuentro, cargado de tensión y emociones, estuvo marcado por un arbitraje muy cuestionado de Nicolás Ramírez, cuyas decisiones generaron controversia a lo largo del partido. Bajo la conducción de Claudio Úbeda, Boca fue superior en casi todos los aspectos del juego y encontró la ventaja gracias a los goles de Exequiel Zeballos —figura destacada de la jornada— y de Miguel Merentiel, quien amplió la diferencia y selló el triunfo ante un estadio repleto.

Durante gran parte del encuentro, el local mostró una notable intensidad ofensiva y dispuso de varias oportunidades para ampliar aún más la diferencia. Pese a eso, el marcador final terminó siendo benévolo con River, que no logró reaccionar ni encontrar orden en ninguna de sus líneas. El equipo visitante lució desarticulado, falto de ideas y sin el espíritu combativo que suele caracterizarlo en los clásicos.

Marcelo Gallardo, en su regreso al banco “millonario”, sorprendió con una formación inicial que no dio los resultados esperados. La inclusión de Paulo Díaz resultó particularmente costosa: el defensor chileno tuvo participación directa en los dos tantos de Boca y además protagonizó una jugada que derivó en un penal posteriormente anulado por intervención del VAR.

La caída significó un duro golpe para River, tanto desde lo futbolístico como desde lo anímico. No solo se fue de La Bombonera con las manos vacías, sino que también quedó expuesto al riesgo de finalizar la fecha fuera de los puestos de clasificación a la Copa Libertadores, e incluso con la posibilidad de caer a zona de Copa Sudamericana. En cambio, Boca celebró una noche redonda, con un triunfo contundente, una Bombonera en euforia y la tranquilidad de saber que el año próximo volverá a competir en el máximo torneo continental.